Mamallapuram es una pequeña ciudad costera de apenas 15.000 habitantes, situada a tan solo 60 km de Chennai y 80 km de Kanchipuram. Es famosa por sus excavaciones en roca, el templo de la playa, y su paradisíaca costa, recuperada ya de los estragos que sufrió durante el tsunami del 26 de diciembre de 2004. La tranquilidad de sus calles, donde no es dificil encontrar artesanos cincel en mano dando forma a bonitas esculturas, sus monumentos, y la variedad de su oferta culinaria, en la que se incluye pescado, marisco y cerveza (todo ello muy difícil de encontrar en esta región vegetariana de Tamil Nadu), hacen de ella un lugar agradable para relajarse.
Fue fundada en el siglo VII como ciudad portuaria por la dinastía de los
pallavas, y se cree que el nombre viene del rey
pallava llamado Mamalla. Sus monumentos más importantes están datados entre los siglos VII y varios fueron nombrados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983. También es conocida por sus orfanatos que a menudo invitan a entrar a los turistas.
Hemos ido a la oficina de reservas de Southern Railway, frente a la estación de autobuses. No hay billetes en el tren nocturno a Madurai, ni para mañana ni para pasado mañana. Podemos inscribirnos en la lista de espera, algo habitual parece ser, pero decidimos que no merece la pena. Cogemos un billete para un tren diurno el día siguiente. Asiento con aire acondicionado. Aunque el tren sale de Chennai nosotros nos subiremos en Chengalpattu, donde hace parada a las 13:15, y así nos ahorramos una hora de coche a Madrás (Chennai). Son ya las doce, poco mas o menos, y por fin empezamos a hacer turismo de verdad.
Nuestra primera visita es al
templo de la orilla (250 INR, entrada conjunta para todos los templos de la ciudad). Esta excavado en una única roca y ha permanecido en su sitio desde hace 1.400 años. Aunque muchos de los detalles han sido erosionados por las inclemencias metereológicas propias de su proximidad al mar, todavía mantiene enormes capiteles de antiguos lugares de culto y un montón de escalones cortados en la roca. Los dos capiteles principales del templo contienen santuarios dedicados a Shiva, y un tercero dedicado al Visnu yaciente.
Un corto paseo de apenas un kilómetro nos acerca a los
cinco rathas , literalmente carros de guerra. Son unos pequeños templos del siglo VII dedicados a Siva, pero la tradición popular ha hecho prevalecer la creencia de que fueron creados por los héroes del Mahabharata, que les pusieron su nombre: Draupadi-Ratha (la bella), Arjuna-Ratha (el valiente), Bhima-Ratha (el fuerte), DharmarajaRatha (el bueno) y Sahadeva-Ratha (el sabio). Todos se elevan sobre plataformas, que cuando están terminados imitan los pasos procesionales sobre ruedas y animales. Tienen una sola nave, y sus muros exteriores e interiores están decorados con pilastras empotradas y altorrelieves dedicados a Siva.
El primero es
Draupadi-ratha dedicado a la diosa Durga, frente al que hay una escultura de un león. Separado de este por un enorme Nandi (toro de Shiva) se encuentra el segundo,
Arjuna-ratha, dedicado a Shiva. La diosa de la lluvia Indra esta representada en las paredes de ambos. Después nos encontramos
Bhima-ratha dedicado a Visnu, y finalizando la fila está
Darmaraja-ratha, el mas alto de los cinco. Por último, frente a todos ellos, como si se tratará de un general pasando lista a sus tropas, se encuentra
Nakula Sahadeva-ratha, dedicado a Indra. Junto a él hay esculpido un elefante de tamaño natural que representa su montura.
Los
templos excavados en las rocas (
mandapams)
, un conjunto de pequeños templos y murales, esparcidos a lo largo de una pequeña colina tras la estación, que contienen relieves bellísimos representando historias de libros sagrados. Es una zona verde con palmeras, bosquecillos y rocas enormes que cortan el paso. Esta llena de hindúes pasando la tarde, y las comfortables sombras albergan alguna que otra pareja. Entre escaleras en piedra y caminos de tierra vamos de un templo a otro. Uno de los templos más antiguos es el Krishna Mandapam, que muestra esculturas en una escena pastoral con Krishna levantando la montaña Govardhana para proteger a sus familiares de la ira de Indra.
Lo más llamativo es la
bola de mantequilla de Krishna, una gigantesca roca natural encaramada en la ladera de una pequeña colina. Proporciona una agradable, aunque peligrosa sombra.
En la cara este (por la que sale el sol) de una enorme mole de granito (27 m de largo por 9 m de alto), que servía de pared al estanque de abluciones del recinto sagrado, se esculpió el mayor relieve de todo el arte indio, para eternizar el Descenso del Ganges, uno de los pasajes más espectaculares de la mitología hindú, la
Penitencia de Arajuna.
Ante el sufrimiento de los seres de la tierra por la sequía que está destruyéndolos, la diosa Ganga (el río Ganges) se ofrece a calmar su sed, pero teme que con su fuerza al caer sobre la tierra cause más daño que beneficio; Siva, entonces, se ofrece a prestar su cabeza para que sobre ella la diosa descargue todo su ímpetu fluvial y pueda descender suavemente a través de su cabello.
La gran escena se compone en torno a un eje vertical de simetría, que es el río Ganges (en realidad un arroyo natural cegado actualmente), por el que descienden
nagas. Este acontecimiento milagroso es presenciado por todo tipo de seres, celestiales y terrenales.
A la izquierda de la "penitencia", la roca granítica continúa hasta completar 35 metros de longitud. Aquí los
pallava aprovecharon para excavar diez
mandapams con altorrelieves de tamaño natural, dedicados en su mayoría al culto de Vishnu. Las fachadas presentan un pórtico hipóstilo, cuyas columnas tienen por base un león heráldico, el emblema dinástico de los
pallava. (Historiarte.net)
Damos un paseo por la orilla hasta el templo de la playa. Nos mojamos los pies y poco mas. La arena en algunas partes esta muy sucia. Escarbando con el pie, dejándote hundir en la arena por el efecto del ir y venir de las olas, queda al descubierto una gran mancha de color negro que parece alquitrán. No se pega a los pies pero tampoco es agradable. La arena esta llena de barcas de pesca amarradas. Volviendo sobre nuestros pasos hacemos algunas fotos del anochecer y la luna llena, antes de cenar marisco fresco y pescado en algún restaurante en primera línea de brisa.
Empezamos el día echando unas postales. El post office es un edificio decrepito ubicado en una calle sin asfaltar próxima al mercado. En el mercado apenas hay cinco puestos abiertos de carne y una decena de pescado. Bueno, el pescado mas que puestos son vendedores, sentados con las piernas cruzadas sobre un ancho bordillo con las piezas en frente de ellos. Unas docena de gambas o cangrejos, alguna pieza de pescado, chanquetes secos. En el exterior del recinto hay algunas gallinas vivas, y tenderetes de frutas y verduras que dan a la calle principal. Allí nos proveemos de fruta para el tren.
Nos encontramos a un hindú con el que estuvimos haciendo cola en la oficina de reservas de Southern Railway. Acordamos con le un taxi a Chengalpattuj por 500 INR.
Siva Guest House. 1.100 INR. Habitación doble, aire acondicionado, baño con ducha a cazos, aunque el agua sale caliente. Hay toallas, jabón, papel higiénico y tv. Limpio. El manager es un pesado que intenta venderte viajes a cualquier punto del planeta, pero sabe aceptar un no. Desde la azotea hay unas bonitas vistas del pueblo.
Casi todos los restaurantes dirigidos a turistas se encuentran a lo largo de Othavadi St. y el paseo marítimo. En la mayoría de ellos la mejor opción es pescado a la parrilla, servido con patatas fritas o ensalada.
Moonrakers. Othavadi Street. Tandori fish, mixed grilled fish (pescado con calamares y gambas), y cerveza, 610 INR. Calamares estupendos, el pescado algo seco, y el tandori picante. Ambiente agradable y buen servicio.
Nautilus. Limpio, cómodo, buen ambiente y buen servicio. Con un ligero aire colonial francés. Dispone de una pequeña librería con algunos volúmenes de Asterix y Obelix, y Tintin. 3 french toasts, 2 huevos fritos, tostadas, té y café, 100 INR.
Santana Beach. Local frente a la playa, tan cerca que la marea alta parece que vaya a inundarlo. Vistas al mar, luna llena, brisa agradable y buena comida. Grilled calamari, calamari noodles, chicken pankora, una cerveza y un banana lassi, 470 INR.
Freshly & Hot. Frente al hotel, es el único abierto a las 8:00. Tortilla de queso, tortilla vegetal, café y té, 130 INR.
Precios |
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1 postal |
10 INR |
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1 coco para beber |
20 INR |
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bolsa palatano seco |
10 INR |
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zumo de mango / lassi |
30 INR |
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botella de agua |
13 INR |
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10 platanos pequeños |
20 INR |
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pepino / papaya / bolsa pan molde |
10 INR |
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10 caramelo halls |
5 INR |
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Internet 1 hora |
40 INR |
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cafe / té / 2 naranjas |
15 INR |