
Después de visitar Uxmal y comprar algunos regalos en el Museo del Cacao, cogemos la carretera 261 dirección sur. Es una vía de un solo carril, con topes cada vez que entramos, cruzamos o salimos de un pueblo. En Bolonchen de Rejón cogemos un desvío hacia Hecelchakan, donde ya tomamos la carretera libre de dos carriles hasta
Campeche. Paramos a comer en Nohalal, un pequeño pueblo de 50 habitantes, donde sin darnos cuenta, nos sentamos en la mesa de una fiesta de cumpleaños. Cochinilla pibil, caldo con pollo y Coca-Cola. Una experiencia muy divertida, pasamos un buen rato charlando y riendo con los invitados.
Viatger Inn, 590 MXN habitación cuádruple para uso de dos personas. Desayuno incluido: cereales con leche, café y plátano. Wifi bastante potente, personal super amable. Es un albergue al más puro estilo mochilero, con dormitorios y todo tipo de servicios compartidos. En nuestra habitación baños y duchas lo eran, pero muy limpios. Parquing y hamacas. Muy céntrico.

En el

centro histórico de
Campeche, de marcado carácter colonial, las casas, iglesias y edificios en general están pintados con toda la gama imaginable de tonos pastel; los antiguos baluartes, que formaban parte del sistema defensivo que protegía la ciudad de los ataques piratas, se han convertido en museos y jardines; y la muralla, consecuencia de un glorioso pasado de auge económico y comercial, es accesible, y puede pasearse por lo alto, teniendo unas vistas formidables de las calles y azoteas de todo el barrio. Sin duda estos son algunos de los motivos que llevaron a la UNESCO en 2001 ha declarar esta parte de Campeche como Patrimonio de la Humanidad.
Si hay que elegir algún lugar como el centro del centro este es la Plaza de la Independencia, una plaza ajardinada cercada por un enrejado de forja, y presidida por una preciosa glorieta convertida en bar terraza, la rodean la Biblioteca Municipal, el Centro Cultural Casa Nº 6, la Catedral de Nuestra Señora. de la Purísima Concepción, la Casa Vieja, y el Baluarte de la Soledad, la puerta más grande de las ocho que unían la muralla, y que actualmente alberga el Museo de Arquitectura Maya. Cada noche, sobre la pared porticada de la Biblioteca, se muestra una espectacular proyección sonora sobre la historia de la ciudad. La plaza es un lugar muy popular, la gente acude a pasear, a misas en la catedral, o a tomar algo en las terrazas de las calles peatonales que la rodean. Desde la plaza salen unos pequeños trenes turísticos que recorren la ciudad, 45 min. 120 MXN.
Otro de los principales atractivos de esta ciudad, ubicada en una bahía de tranquilas aguas en el golfo de México, son los 3,5 km de Malecón que discurren paralelos a la costa. Dispone de una amplia acera donde pasear cómodamente, una pista para ciclismo y patinaje, por supuesto hay bancos para sentarse y disfrutar de la puesta de sol, zonas de juego para niños, e incluso zonas para hacer ejercicio al aire libre, además de miradores, y restaurantes con terraza que ofrecen pescado y marisco.
La
calle 59 divide en dos el Centro Histórico, uniendo las dos puertas que se conservan del recinto amurallado: la Puerta de Mar y la Puerta de Tierra. Es una calle peatonal con multitud de tiendas y galerías, donde por la noche restaurantes, cantinas y cafeterías llenan la calzada con sus terrazas. Uno de los locales más concurridos es
La chopería, dos margaritas 110 MXN.
La oferta gastronómica en Campeche es amplia. En la calle 49 entre la 10 y la 12 se encuentra la Plaza de San Martín. Bajo sus
arcadas hay cuatro restaurantes familiares poco visitados por turistas, abiertos a partir de las 19h. Justo en la plaza central está
La Parroquia, calle 55 entre la 10 y la 12. Abierto las 24h. Es un enorme comedor abierto a la calle donde se sirve todo tipo de comida tradicional. Papadzules, queso relleno, y limonada, 220 MXN.
Marganzo. Para comer algo con sabor a mar.

Después de desayunar visitamos el
Mercado Pedro Sainz de Baranda, lleno a reventar, donde además de los típicos puestos de frutas, verduras, carne y pescado, hay varios locales con buena pinta donde desayunar. Compramos cinco manzanas (15 MXN), una bolsa de nachos (10 MXN). En una farmacia compramos un anti mosquitos local y unos caramelos, 84 MXN.