Paseo por los canales, 100 bahts cada uno. La gran timada de "no vayas al templo que hay una ceremonia y no abre hasta las once". Mira que lo sabíamos, íbamos avisados, pero aun así y todo caímos. De repente, no sé cómo, estábamos metidos en una barcaza dando vueltas por los canales del río Chao Phraya, realizando un recorrido en las proximidades del Palacio Real. Alrededor de una hora viendo las diferentes caras de Bangkok, barrios pobres, barrios muy pobres, algunas casas acomodadas, más de treinta templos de todos los tamaños, varanos, garzas, suciedad... Era una barca de doce plazas, que, seguro que pagamos entera, pero que por suerte, siendo un país barato como es Tailandia, recordaremos como algo anecdótico.

Wat Phra Kaew (
acceso 500 bahts), construido en 1782, está considerado el templo budista más importante de Tailandia. Situado en el centro histórico de Bangkok, se encuentra dentro de los terrenos del
Gran Palacio, que durante 150 años ha sido la casa del rey tailandés, la corte real y sede del gobierno. En el perímetro hay 12 pabellones construidos durante el reinado de Rama I, y las paredes interiores están decoradas con murales representando el Ramakien, la epopeya nacional tailandesa. El templo está consagrado a Phra Kaew Morakot (el
Buda Esmeralda), una imagen de Buda en posición de meditación, tallada en un solo bloque de jade de unos 30 cm de altura, que llegó en el siglo XV desde Sri Lanka. El palacio está atestado de gente, es imposible moverse, cientos de turistas llenan hasta el último espacio libre, probablemente sea el monumento más visitado del país. Muy sobrevalorado en mi opinión.

Como en la mayoría de lugares sagrados, está prohibido entrar en pantalón corto, y el recurso de anudarse un pañuelo a la cintura para cubrirse las piernas, está permitido solo a las mujeres. Por lo que las tiendas de ropa barata, convenientemente colocadas enfrente del acceso principal, hacen su agosto vendiendo pantalones a 150 bahts.
Junto al Gran Palacio está Wat Lak Muang (acceso gratuito), un templo que alberga un pilar de madera de acacia, del que solo son visibles unos tres metros, que dicen contiene el espíritu guardián de Bangkok. El origen es una tradición animista, según la cual se erigían dichos pilares antes de comenzar la construcción de una ciudad. Los devotos hacen ofrendas de flores e incienso.


A diez minutos caminando se encuentra
Wat Pho (
acceso 200 bahts), construido sobre las ruinas de un templo anterior, es el templo budista más antiguo y más grande de Bangkok. Además, es hogar de más de 1.000 imágenes de Buda, más que cualquier otro templo en el país, y su Buda Reclinado de 46 metros de largo cubierto de hoja de oro, es el más grande de Tailandia. Para mi gusto el mejor templo de la ciudad sin dudarlo. Tiene un tamaño manejable que permite disfrutar de él por completo, no está restringido el acceso a ninguno de sus edificios, apneas hay visitantes, e incluso hay zonas ajardinadas para descansar.
Huyendo de oportunistas y demás moscones que hay en la salida, vamos a parar a un mercado de electrónica que hay junto al canal Rop Krung, a la altura del puente de Phra Phiphit Rd.

Entramos en un delicioso restaurante popular, propio de mercado, solo hay locales, no hay carta en inglés, para pedir hay que señalar las fotos de platos que hay en las paredes. 110 bahts.
Caminando hacia Wat Arun paramos en
River Books Shop, un local pequeño, muy moderno, con un ligero toque occidental, mitad librería mitad cafetería salón de té. Dos chocolates granizados, 80 bahts. Al otro lado del río Chao Phraya se encuentra
Wat Arun, un templo budista de estilo
khmer, fácil de reconocer por su pagoda estilo mazorca (
prang) que se eleva 80 metros sobre la ciudad. Simboliza el monte Meru, el centro del universo. En el recinto hay seis pabellones, otros
prangs y estatuas de estilo chino, distribuidas en un hermoso jardín.
Acceso 50 bahts, 4 bahts ferry que cruza el río en un minuto.
Cerca del hotel, en el cruce entre Bamrung Muang y Maha Chai Rd, hay al menos media docena de
puestos callejeros que sirven todo tipo de comida local. Hacemos una pequeña selección en varios de ellos: piel de pescado frita, rollos de cangrejo fritos,
rice noodles in coconut milk. Poco más adelante, a unos cien metros del cruce, al menos quince personas hacen cola para entrar en un restaurante o recoger comida para llevar, esto no puede ser mala señal.
Thipsamai está especializado en
wrapped pad thai, o sea, en lugar de saltear el huevo, enrollan el
pad thai como si fuera una tortilla. El resto del menú son
pad thais clásicos, vegetarianos y con gambas gigantes, entre 80 y 300 bahts, para beber solo hay agua y zumo de coco. Delicioso, imprescindible, para repetir cada día.