El día comienza a las 5:00. Un taxi nos lleva por 200 LE desde Dahab hasta el aeropuerto de Sharm el-Sheik. Cubrimos el trayecto a
Luxor en hora y cuarto. A las 9:05 aterrizamos en el
aeropuerto de Luxor después de media hora de vuelo.
A estas horas de la mañana ya nos damos cuenta de que unos cuantos grados centígrados nos separan del Sinai. Debido al intenso calor que hace en el sur de Egipto, y a la poca información de que disponemos, desestimamos la idea de navegar en faluca desde Aswan hasta Luxor como teníamos pensado, y nos ponemos a buscar confortables cruceros que salgan desde Luxor. Después de dar unas cuantas vueltas la agencia que parece más seria es
MoonRiver Tours, pero no tiene ningún barco que salga en las fechas que nos interesa y aún menos al precio que queremos. Nada por debajo de 50€ por persona y noche. Decidimos dejarlo para mejor ocasión.
Ramadan, el taxista que nos ha traído desde el aeropuerto, nos hará de chofer por la ciudad durante todo el día (60 LE). Nuestra primera parada es el
Museo de Luxor (70 LE). Cuesta 20 LE mas que el de Cairo y es diez veces más pequeño. A pesar de todo estamos en él una hora o más, es ameno, bien documentado, y el recorrido se hace agradable. Los vigilantes te indican en todo momento el camino a seguir, y desde donde hacer una buena foto a escondidas para luego pedirte una propinilla. La visita se inicia con un interesante corto de National Geographic sobre el ejército en la edad de oro egipcia. Después en la misma planta baja se exhiben 24 estatuas que en 1989 fueron descubiertas en un cripta secreta del Templo de Luxor, y un par de momias reales. En la planta superior hay vasijas, sarcófagos, monedas, y restos varios, además de unos vídeos divulgativos donde se recrea la fabricación de papiro, las escuelas y otras escenas de la vida cotidiana del Antiguo Egipto.
Comemos en el restaurante Elhussein y nos vamos a visitar el
Templo de Karnak (50 LE), que es en realidad un complejo de seis templos además de diversas capillas y estancias menores, de mil quinientos metros de largo por ochocientos de ancho. Trabajaron en el hasta treinta faraones, solo durante el reinado de Ramses II se emplearon 80.000 personas entre tareas de construcción y mantenimiento. Toda la parafernalia faraónica esa representada aquí: enormes columnas, jeroglíficos, dioses de todo tipo, tumbas, columnatas, obeliscos, guías, grupos de autocar, buscadores de propinas... La sala hipóstila contiene nada menos que 122 columnas de 15 metros de altura, las doce del pasillo con capiteles en forma de papiro llegan a los 22 metros. Hay varios obeliscos, uno de ellos de 29 metros de altura y 325 toneladas de peso. Posee incluso un "lago sagrado" en su interior de 3.200 m², utilizado para las abluciones. Demasiado grande y monumental, me avasalla.
Cenamos en un khoshari house cerca del hotel un par de raciones más bebidas, por 12 LE. De postre una de las delicias más desconocidas de este país, los helados. Tarrina de mango, dátiles (!!!) y albaricoque, y otra de mango y melón, 8 LE todo.
Por 200 LE Ramadan será nuestro chofer hoy para visitar la orilla occidental. Tardamos unos 45 minutos en llegar al
ticket office, el coche es viejo y no esta para muchos trotes.
Deir el-bahari (26 LE). Este templo dedicado a la reina Hatshepsut, es una enorme estructura distribuida en tres amplias terrazas, integrado perfectamente en la ladera de una montaña que le da un aire colosal. Lo que más destaca a primera vista son las terrazas columnadas y la ancha rampa de acceso escalonada en el centro. Tiene todo ello un aire al patio de ceremonias de la Ciudad Prohibida de Beijing. Entre 1993 y 1997 las inmediaciones del templo sirvieron una vez al año de escenario para la opera Aida, de Verdi.
La compra de entradas para visitar esta zona es algo confusa. A excepción de los valles de los reyes y las reinas, y el templo de Deir el-bahari, el resto de entradas se compran en el ticket office. Y eso significa que entre la "atracción" y la "taquilla" habrá en la mayoría de los casos kilómetros. Así que hay que planear bien de antemano lo que queremos ver para evitar sorpresas. Los accesos a las tumbas suelen ser anchos y están bien iluminados, aunque su interior es caluroso y la humedad es muy elevada.
Valle de los Reyes (70 LE) El precio incluye el acceso a tres tumbas. La de Tutahnkhamon cuesta 80 LE extras.
Tutmosis III. Se encuentra en lo alto de un despeñadero. A su interior se accede por un pasillo muy empinado. La primera sala esta vacía aunque las paredes están completamente decoradas. Un poco más abajo en la segunda sala, hay dos columnas decoradas con motivos familiares, y un sarcófago de piedra con un dibujo del ojo de Ra donde yació el faraón.
Ramses I. Es una tumba pequeña, cuya construcción fue rápida y precipitada debido a la repentina muerte del faraón antes incluso de que estuviese acabada. El acceso es por una escalera corta y empinada, y solo la cámara sepulcral esta decorada.
Menefta. Sin duda lamas espectacular. El pasillo es ancho y largo, todo el lleno de dibujos de diferentes dioses y buitres volando. A medio camino se ve desde el pasillo una sala a mano derecha donde hay una piedra hueca que parece haber servido de sarcófago. Al final del pasillo la sala sepulcral es enorme, tiene ocho columnas y unas escaleras interiores, que le dan un aspecto de balconada, desde donde poder admirar el sarcófago que se encuentra en medio. Aquí apenas hay pinturas, pero la sala esta rodeada de pequeñas cámaras que le dan un aire aun más majestuoso.
De aquí al
Valle de los Nobles (20 LE), donde prácticamente no hay nadie, y donde llegar a las tumbas resulta algo confuso. Un chavalín que vende alabastros nos guía por 5 LE, y nos indica cuales son las tumbas más bonitas, que no eran ninguna de las que llevábamos previstas. No se equivocó, eran una maravilla.
Sennefer. Alcalde de la ciudad. La mejor tumba de todo el día con muchísima diferencia. Una sala toda ella decorada con escenas de dioses, de vivos colores y sin deterioro aparente. Los techos están predominantemente cubiertos de hojas de parra, menos en la parte central donde entre dos columnas se distinguen franjas con motivos geométricos y florales.
Allá donde dirijas la vista, allí hay color. El guardián nos explica y nos guía por ella. Ni un milímetro sin colorear, una maravilla.
Rekhmire. Gobernador de la ciudad y visir. A pocos metros de la anterior, hay que visitarlas conjuntamente. Es una tumba alargada en forma de T invertida. En el extremo derecho, conforme se entra, hay escenas que muestran los regalos que le hicieron de países lejanos: jirafas, panteras, monos... La zona alargada va creciendo en altura conforme te internas en ella hasta alcanzar los 8 metros, las paredes están completamente dibujadas, y los guías aprovechan los rayos de sol para con un espejo hacer de puntero a los turistas, y de paso deteriorar lo que 3.000 años de historia no han conseguido borrar.
En el
Valle de las Reinas (25 LE) solo hay abiertas tres de las ciento cuarenta tumbas existentes. De las dos que visitamos hay que destacar el buen estado de conservación y la perfección de sus jeroglíficos.
Amonhirjoepeshef. Al fondo hay un pequeño sarcófago que contiene el cuerpo del protagonista de esta tumba, un niño de unos 15 años hijo de Ramses III. Las pinturas muestran a su padre presentándolo a los dioses del otro mundo.
Jemueset. Hermano del anterior, también murió joven aunque no se sabe de qué. Las pinturas muestran al padre acompañándolo al mas allá.
Medinat Habu (25 LE) Es el templo mortuorio de Ramses III. Otra construcción de proporciones "faraónicas", el pilón de entrada que tiene una superficie de más de 1.300 m² esta adornado con imágenes del faraón castigando a prisioneros en presencia de los dioses. Tras cruzarlo hay un patio, el palacio real, otro pilón y otro patio, antes de llegar a la primera sala hipóstila. La mayoría de los jeroglíficos que vemos son de motivo militar. Igual que todos, es que a mi todos me parecen lo mismo.
Mientras Ramadan se va a rezar a la mezquita, hoy es viernes, nosotros comemos en un restaurante junto al templo. Nuestra última parada es para ver los
Colosos de Memnon, dos enormes estatuas de piedra que representan a Amenhotep III, y que presidían la entrada a un inmenso centro funerario en su honor del que hoy en día no queda prácticamente nada. Estas estatuas están a pocos metros del ticket office pero lo dejamos para el final porque había muchos turistas a primera hora de la mañana.
Siesta de hora y media y tras una duchita, dando un paseo de quince minutos nos plantamos en el
Templo de Luxor. Es algo más pequeño que el de Karnak. A la izquierda hay un paseo de esfinges de unos doscientos metros de largo, que dicen en sus tiempos se unía con el templo de Karnak a tres kilómetros de aquí. A mano derecha dos grandes estatuas de Ramses II dan paso al templo propiamente dicho. Lo de siempre patio: atrios, columnas, sala hipóstila, santuarios... Lo más curioso es una mezquita activa que se construyo siglos atrás en el primer patio. Terminamos el día fumando unas shishas y bebiendo te invitados por Ramadan en una teteria de su barrio. Un tipo estupendo.
Tutotel Hotel. 240 LE hab. doble con baño completo pero sin agua caliente, TV, nevera, y limpieza correcta aunque mejor ducharse con chancletas. Tienen piscina y bar en la azotea con unas vistas fantásticas sobre el Nilo. Restaurante para emergencias con una nevera que no enfría las cervezas. Personal muy atento, sobretodo el de la tarde. Aceptan VISA.
Elhussein Rest. Bonito local cerca del templo de Karnak, limpio y cuidado. El camarero se queja que el Hilton, que abrió hace siete meses, se les ha llevado la clientela. El menú consiste en una base fija de sopa del día, tres ensaladas (la de berenjenas es estupenda), arroz y patatas, y un pato principal a elegir, que en nuestro caso fue "paloma rellena" y "ternera asada". El té a la menta muy bueno. 205 LE.
Es la forma más fácil de moverse por la ciudad y alrededores. Es un servicio barato, aunque los coches están destartalados y no tienen aire acondicionado. Un taxi al
aeropuerto cuesta unas 30 LE, todo el día orilla oriental 60 LE, todo el día orilla occidental 200 LE, traslado a Aswan (300 KM) 450 LE. Los precios se pueden negociar a la baja, eso depende de las facultades o intereses de cada uno.
Si necesitáis un taxista en Luxor os recomiendo a
Ramadan. Tef. 01 22 76 38 95. Aunque su inglés no es fluido es un excelente guía, con recursos, razonable, y sin la maliciosa picaresca con que nos tratan a los turistas por estas latitudes.