
La mayoría de guías describen
Mérida como una ciudad moderna, capital cultural y económica del Yucatán, que conserva todo su encanto de ciudad colonial, con interesantes museos, galerías, restaurantes y tiendas. En un día que alternaba claros y lluvias por igual, nos limitamos a visitar el centro histórico, pasear por sus alrededores y escuchar música mariachi mientras bebíamos unos margaritas. Para quien quiera prolongar su estancia, hay agradables terrazas nocturnas, buena comida en sus restaurantes y es buena base para visitar las ruinas mayas de Chichen Itza, la reserva de Celestun o los cenotes de Cuzamá.


A pesar de disponer del segundo centro histórico más grande de México, la mayoría de sus puntos de interés se encuentran alrededor de la
Plaza de la Independencia, una concurrida plaza ajardinada rodeada de edificios de la época colonial: la
Catedral de San Ildefonso, levantada entre 1561 y 1598 con las piedras de las ruinas de pirámides y templos mayas; el
Palacio de Gobierno, el interior del cual está decorado con murales del artista yucateco Fernando Castro Pacheco sobre la historia de Yucatán; el
Palacio Municipal, un llamativo edificio de color rosa del siglo XVII, sede del actual Ayuntamiento, en cuya torre se colocó el primer reloj de la ciudad; y la
Casa de los Montejo, antiguo hogar de la familia del conquistador y fundador de la ciudad, que posee un espectacular portal de piedra esculpida y estatuas de conquistadores. A media hora caminando del centro, se encuentra el
Paseo de los Montejo, una larga avenida de antiguas casas coloniales que hoy albergan hoteles, museos y restaurantes.
Una de las compras más típicas en la ciudad son los vestidos tradicionales manufacturados. Guayaveras, camisas blancas de hombre, holgadas, con pliegues y bolsillos, las más valoradas son hechas con henequén (fibra natural autóctona); huipiles, una especie de túnicas blancas con coloridos bordados que usan las mujeres indígenas; o sombreros jipijapa, la versión autóctona del sombreo panameño. Varias cooperativas se disputan el honor de vender los mejores productos, cual es la mejor depende de quién te lo cuente, pero los precios son bastantes similares. Guayavera 1.200 MXN, gorro panameño entre 800 y 1600 MSN. El problema, creo yo, es que son productos difíciles de usar fuera de aquí, y algo elevados de precio para permitirse el capricho.


Hotel La Reforma, (360 MXN oferta
Booking, precio standard 620 MXN). Muy céntrico. Casa de estilo colonial de dos plantas, con piscina, wifi, ventilador, aire acondicionado, TV. Habitación austera pero amplia. Desayuno incluido: bol de fruta, café, tostadas, mantequilla y miel. Organizan excursiones a Celestun, la ruta Puuc, conventos, cenotes, Chichen Itza…
Rest. La Parrilla, 499 MXN. Turistada a tope, pero se come muy bien. Parrillada yucateca de pollo, cerdo y longaniza (una especie de chorizo),
keka de bistec y champiñones, dos cervezas.
Rest Main Street, en Parque Hidalgo. Música en vivo a partir de las 19:00. Terraza agradable con precios razonables, llena de guiris. Michelada, cerveza y nachos con carne, 192 MXN.