La UNESCO incluyó en noviembre de 2010 en su lista de "patrimonio cultural inmaterial" de la Humanidad a la cocina mexicana debido a su increíble variedad. México es un país muy grande y probablemente atesore una gran variedad de cocina tradicional, pero tras tres semanas viajando por la península de Yucatán, nos quedó la sensación de que siempre comíamos lo mismo. Tres ingredientes estuvieron omnipresentes en nuestras comidas: aguacate, frijoles y maíz. No en vano uno de sus platos más famosos es el guacamole, salsa de origen azteca a base de aguacates machacados, chile verde y tomate, generalmente acompañado de nachos, trozos de tortilla de maíz fritos de forma triangular, que a veces se sirven cubiertos de queso fundido.
La tortilla de maíz, es un alimento típico, que se consume en cualquier ocasión y con todo tipo de comidas, como acompañamiento y como base de muchos platos. Algunos ejemplos son: los tacos, una torta de maíz que se dobla por la mitad y se rellena con carnes o verduras; las fajitas, sobre una tortilla se sirven tiras de carne asada a la parrilla, junto con tiras de cebolla y pimiento, acompañadas de alguna salsa de tomate, queso o guacamole; la enchilada, tortilla bañada en salsa picante de chile, acompañada o rellena de carne o queso;
la quesadilla, tortillas de maíz y queso, acompañadas de verduras o champiñones; la sincronizada, dos tortillas de trigo tostadas que llevan entre ellas una capa de queso derretido y una loncha de jamón; la gringa, sincronizada de carne pastor; los chilaquiles, trozos de tortilla de maíz fritos cubiertos de salsa de chile, carne, queso o verduras; o salbutes, tortillas fritas con col, tomate, cebolla, pepino y aguacate.
La cocina tradicional yucateca deriva básicamente de las culturas hispana y maya, y es fácil de encontrar en cualquier carta. Entre otros platos probamos: los salbutes, tortillas de maíz. fritas con col, tomate, cebolla, pepino y aguacate; los panuchos, tortilla crujiente rellena de frijoles; papadzules, tacos de huevo duro, cubiertos de una pasta de pepitas de calabaza molidas, salsa de tomate y cebolla; queso relleno, queso holandés relleno de un picadillo de carne molida; huevos motuleños, huevos estrellados sobre una tostada cubierta de frijoles; sopa de lima, realmente es un caldo de pollo con un toque cítrico de lima; poc chuc, carne de cerdo asada; o sikilpak, una crema de pipas de calabaza con tomate. Pero el mejor de todos es la cochinita pilbil, carne de cerdo adobada en achiote, envuelta en hoja de plátano y cocida dentro de un horno de tierra.
Pescado encontramos poco. Más allá de algunos peces locales a la plancha, en las zonas de costa es fácil encontrar ceviche, un plato, que se sirve frío, de pescado marinado en jugo de limón con cebolla en gajos, tomate y aguacate. Si os gusta el dulce no hay que perderse las marquesitas, una especie de creep crujiente que combina dulce (nutela o mermelada) y salado (queso de bola generalmente).
Además de los refrescos clásicos, son muy populares una serie de bebidas frescas muy dulces, como horchatas de arroz, jamaica, tamarindo, o jugos de cebada, por ejemplo. En cuanto a bebidas alcohólicas, las cervezas más vendidas son Sol, Corona, Dos Equis, Negra Modelo, Indio y Tecate, pero si quieres arriesgar con algo diferente, las especialidades mexicanas son la chelada, cerveza rubia con hielo, limón y sal, y la michelada, cerveza (en este caso se puede usar negra) aliñada con salsa Worscestershire y un poco de tabasco. Para los que buscan algo más fuerte, dos clásicos son el mezcal, bebida fermentada del agave, y el tequila, que se suele beber acompañado de sal y limón. No puede faltar la estrella de los cocteles mejicanos, el margarita, que combina tequila, triple seco y jugo de limón, servido en una copa con sal impregnada en los bordes.