
Para visitar el
Parque Nacional de los Glaciares contratamos, a traves del hotel, el Mini trekking organizado por
Hielo y aventura, 800 AR$ por persona. Incluye el transporte hasta el Parque Nacional (45 min), pero no el acceso (130 AR$), 2h en las pasarelas, 20 minutos de navegación y 1h30 de paseo sobre el
Perito Moreno. Seguramente es la opción mas completa. La comida no esta incluida, lo mejor es comprar algo en El Calafate y aprovechar para comer en las pasarelas frente al glaciar.
Tras abonar la tarifa de
acceso, ya dentro del parque nacional, aun queda media hora más de conducción hasta el mirador que hay frente al glaciar
Perito Moreno. Junto al parking hay un par de tiendas de souvenirs, lavabos y una cafetería restaurante. El Perito Moreno es una enorme masa de hielo que nace 30 km mas allá, tiene un frente de 5km de ancho y aflora 60 mts sobre la superficie. La primera visión de semejante masa azul y blanca es imborrable. Desde las pasarelas y miradores puede admirarse el glaciar desde varios ángulos, y escuchar los frecuentes crujidos y caídas de bloques de hielo sobre el Canal de los Témpanos.


La nieve acumulada en la parte superior del glaciar se comprime y empuja a las otras capas de hielo previamente formadas cuesta abajo unos dos metros diarios. Dicho avance provoca que el frente toque tierra en la costa de la Peninsula de Magallanes, cerrando el paso del agua que viene del Brazo Sur hacia el Lago Argentino, justo delante de las
pasarelas. La presión sobre los hielos aumenta su volumen y crea un túnel con una enorme bóveda que permite el paso del agua hasta el lago. La erosión causada por el agua acaba provocando el colapso de la bóveda, ofreciendo uno de los espectáculos mas imponentes que pueden verse aquí. Estos derrumbes se producen de manera irregular, de promedio cada cinco años. Nosotros desafortunadamente llegamos una semana tarde.
Durante dos horas recorremos las pasarelas haciendo fotos de manera convulsiva, maravillados por tanta belleza. El espectáculo es impresionante, sobre todo cuando los bloques de hielo se rompen y caen sobre el lago. Desde la distancia que ofrecen las pasarelas la mayoría de los bloques desprendidos parecen no superar 1 m3. Pero en ocasiones algunos de ellos superan el tamaño de un coche, entonces da tiempo a, tras oír el ruido que produce el crujido inicial, girarse, localizarlo, y seguirlo durante toda su caída hasta impactar con el agua haciendo un ruido ensordecedor. Aprovechamos para comer la fruta y las empanadas.
Transcurridas dos horas nos llevan a Puerto las Sombras, a unos 6 km del Mirador siguiendo la carretera de salida, donde en una pequeña embarcación cruzamos el Lago Rico mientras admiramos la pared sur del Perito Moreno. 20 minutos de navegación.


Al otro lado, junto al muelle, hay un refugio donde dejamos todo lo que no queremos cargar durante el
trekking. Acompañados de los guías, iniciamos una caminata de unos 20 minutos por la orilla del lago hasta el glaciar. Nos colocan los crampones y nos explican como caminar con ellos sobre el hielo. El paso es lento y pesado, pero rápidamente se le coge el ritmo. Vamos haciendo paradas en las que nos explican los diversos procesos de formación y comportamiento del glaciar, como la creación de grietas, sumideros y pequeños estanques, o el porque de las diferentes tonalidades de azul. La excursión acaba con un whisky, con hielo del glaciar, y un alfajor. La caminata dura entre 1h30 y 2h, y aunque hay alguna pendiente el suelo es firme y seguro, apto para cualquiera que camine sin dificultades. Regresamos al refugio a través de una senda que atraviesa el denso bosque magallánico.
Creo que es sin duda la mejor opción para visitar Perito Moreno. Lo incluye todo: tiempo más que suficiente en las pasarelas, una pequeña navegación para tener una visión más cercana del glaciar, y el mini trekking para pisarlo y sentirlo bien de cerca.