
La colección de altos y afilados templos de
Prambanan construidos durante el reino de Mataram son el equivalente hindú en grandeza, destreza y religiosidad al templo budista de Borobudur. Fueron construidos entre 850 y 930, momento en el que la corte fue trasladada a Java Occidental. A partir de aquí empieza una etapa de abandono y deterioro, al que contribuye un fuerte terremoto en el siglo XVI que hunde un importante número de templos, hasta su redescubrimiento en 1811 por Colin Mackenzie.

Cuatro puertas principales llevan al centro del patio principal donde se encuentra una línea de tres templos dedicados a
Shiva,
Vishnu y
Brahma. En una segunda línea cada uno de ellos tiene en frente un templo mas pequeño dedicado a su montura: el toro
Nandi, el hombre alado
Garuda y el cisne
Angsa; y a los lados, entre estas dos líneas, hay dos templos dedicados a
Trimurti y
Vahana. Además en las esquinas del recinto y en el centro de cada uno de sus lados hay distribuidos ocho santuarios que albergan
linggams.

El templo de
Shiva, de 47 mts de altura, es el principal y mas grande. A su lado los de
Vishnu y
Brahma se elevan hasta los 33 mts. Los tres están decorados con relieves explicando historias del
Ramayana y el templo de
Vishnu contiene una estatua del dios en su interior. Los templos dedicados a las cabalgaduras son mas pequeños y solo se conserva la estatua de
Nandi. Cuatro filas de cuadrados concéntricos rodeaban el patio central con 224 santuarios idénticos, l
a mayoría de los cuales están actualmente en ruinas.
A un kilometro de la entrada principal se encuentra Candi Sewu, otro complejo que contiene un gran templo central rodeado por un grupo de templos más pequeños. El santuario principal es impresionante, pero los nichos de estatuas están vacíos. Atravesamos otros complejos pero se encuentran en muy mal estado y no son visitables. Un trenecito gratuito nos acerca a él.

Para llegar a Prambanan (17 km) hay que coger el autobús 1A de
Transjogja (3.000 IDR, 45 min) hasta la última parada. En Jogyakarta tiene tres paradas en Mariboro Street: frente al Palacio Verbeke, frente al Hotel Inna Garauda y otra en medio. Para llegar a ellas un
becak desde la zona de hoteles de Prawirotaman cuesta 20.000 IDR. Alrededor de la taquilla están los típicos puestos de recuerdos y ropa, y algún
warung donde comer sin pretensiones. La
entrada cuesta el equivalente a 18$, e incluye café, té y botellín de agua.
Varios días por semana hay una
representación de un episodio del Ramayana, un texto sagrado del hinduismo, interpretado por 200 músicos y bailarines en un escenario al aire libre con los templos de Prambanan como telón de fondo. Los precios oscilan entre 100.000 IDR y 350.000 IDR. El único problema es que cuando acaba la función a las 21:30 no hay bus para volver a Jogja.
Para quien nunca ha estado en India o Nepal, es una oportunidad única de pasear por un enorme complejo de templos dedicados a diferentes dioses y en un estado de conservación bastante bueno a pesar de todas las desgracias naturales que han sufrido. En la mayoría de ellos puede accederse al interior o pasear por sus diferentes niveles de terraza. Una visita muy recomendable.