PERÚ

Hoy visita al Valle Sagrado, la excursión de un día más popular en Cuzco, que recorre algunas localidades con pasado inca. Esta zona está situada entre altas montañas, donde numeroso ríos crean quebradas y pequeños valles, crean un variado y colorido paisaje. Debido a su extraordinario clima fue una importante fuente de producción agrícola para los incas, el auténtico granero de la ciudad de Cuzco. De aquella época quedan todavía hoy numerosos restos arqueológicos, que pueden verse en viajes organizados desde Cuzco. En los alrededores de la Plaza de Armas hay multitud de agencias que ofrecen tours entre 70 y 120 soles, organizados en uno o dos días, en función de los sitios a visitar, y suelen incluir la comida además del transporte. Nosotros escogemos un tour que aglutina en un solo día lo que otros ofrecen en dos. Al precio del tour hay que añadirle un boleto turistico obligatorio que cuesta 70 soles / 130 soles en función del numero de sitios que desees visitar.

Laguna de Piuray. Según una antigua leyenda el dios Sol pidió a Manco Cápac que sus hijos mellizos lo acompañaran en su ocaso, y cuando llegó el momento, descubrieron que el hijo que caminó más lejos se había convertido en la laguna Huaypo y la hija en la laguna de Piuray. Aquí los incas construyeron acueductos subterráneos para abastecer con sus aguas la ciudad imperial. Actualmente, esta laguna es un buen lugar para pescar truchas y practicar algunos deportes acuáticos. A su alrededor crecen cultivos de cebada, trigo, papa y tarwi, además de árboles de eucalipto, y es un buen lugar para la observación de aves.

La siguiente parada es una cooperativa textil, donde nos enseñan prendas confeccionadas con lanas de llama y alpaca, y nos explican como consiguen impregnar en el tejido los colores confeccionados a través de diferentes plantas y semillas. La primera parada arqueológica es el poblado de Chinchero, al que se puede acceder con el boleto turístico. Despues de subir por una de sus empinadas calles, damos a una gran explanada donde se encuentra la iglesia colonial de Nuestra Señora de Montserrat, cuyo interior está adornado con lienzos de la escuela cusqueña, y frente al templo un amplio espacio donde algunas mujeres venden recuerdos y que alcanza su apogeo con la feria dominical. Las ruinas, a 50 mts de la plaza, pertenecen al Palacio de Tupac Yupanqui, y todavía puede apreciarse las base de sus estructuras y las terrazas de cultivo.

Antes de comer visitamos el conjunto arqueológico de Moray, un lugar con terrazas de cultivo circulares, tan perfectas que más bien parecen anfiteatros, a las que los pobladores llaman “muyus”. La galería mayor tiene una profundidad de 45 mts y el promedio de altura de cada andén (terraza de cultivo) es de 1,80 mts. Su diseño, profundidad, variedad de tamaño y posición en relación al sol y al viento parecen indicar que Moray fue un importante centro de investigación agrícola para la domesticación, aclimatación e hibridación de especies silvestres que se adaptaron para el consumo humano. Cada terraza tiene su propio microclima, una por cada tipo de cultivo que plantaban los incas. Con una variación de 15ºC entre el bancal superior y el inferior, y muestras de suelo traídas desde diferentes lugares, es probable que los incas investigaran en este laboratorio agrícola las condiciones óptimas para cada cultivo.

Junto al poblado de Maras, donde los escudos de la nobleza indígena en sus casonas coloniales evidencian la importancia de esta localidad durante la época, se encuentran las Salineras. Son alrededor de 3.000 pozas alimentadas por agua salina que se filtra del suelo por el Qoripujio, un ojo de agua, para obtener sal por medio de la evaporación. Su ubicación en una llanura a 3028 mts de altura, rodeadas de montañas nevadas que les proporcionan un ambiente seco templado y con bastantes precipitaciones, hace que hayan sido explotadas desde tiempos precolombinos. Los 20 soles de acceso a este sitio no están incluidos en el precio del tour.

Paramos a comer en un restaurante concertado a las afueras de Urubamba. Despues visitamos el conjunto arqueológico de Ollantaytambo, una fortaleza inca circundada por murallas y torreones, que al parecer sirvió como una especie de puesto de control antes de poder ingresar a Machu Picchu. Se divide en dos secciones: Araqama Ayllu cuenta con un templo, por eso se presume que fue el sector dedicado al culto y la religión; y Qosqo Ayllu que fue un sector urbano con viviendas, andenes y canales de riego.

Parque arqueológico de Pisaq (3514 mts), palabra quechua que significa perdiz, la forma que tenía el pueblo. Edificado en el periodo del inca Pachacutec, habría sido una casa de campo para el gobernante, aun puede observarse el sistema de irrigación, una amplia red de caminos, el observatorio astronómico, el reloj solar y las terrazas de cultivo construidas por los incas en la zona. Su ubicación es estratégica, ya que se encuentra en la cima de una montaña, lo cual le permite tener una vista de todo el valle que iba al Antisuyo. La última parada es en el poblado de Pisaq, donde muchos visitantes llegan atraídos por su mercado artesanal y sus centros de retiro espiritual. Nosotros visitamos una joyería donde nos muestran cómo distinguir oro de pirita, o plata de otros metales y piedras.