A las 5:45 nos despierta el revisor. Veinte minutos después nos bajamos en Sofía. Hace un frío que pela, nueve grados dentro de la estación.
Aunque renovada, la
Central Railway Station de Sofía, conserva la atmósfera de los viejos tiempos comunistas. La planta baja está llena de pequeños cafés y locales de comida rápida. Desayunamos yogures y brioches que habíamos comprado en Bucarest, y tomamos un café. En la primera planta, además del acceso a la calle y los tranvías, hay una quincena de agencias de viajes que abren de 8:00 a 17:00. Aprovechamos para cambiar dinero (1€ = 1,95 lv).
Saliendo de la estación unos carteles indican el camino hacia el tranvía. Aunque están en cirílico lo deducimos por la gran cantidad de números que hay. El nº 7 (1 lv) nos acerca hasta
Sveta Nedelya Sq, el centro de la ciudad. Lo primero que vemos es la
Estatua de Sofía, una escultura de 24 metros de alto, hecha con bronce y cobre, en el lugar que ocupaba antiguamente una estatua de Lenin. En su lugar han colocado a Sofía, la santa patrona de la ciudad, quien sostiene en las manos los símbolos de la fama y de la sabiduría, y lleva la corona de Tjuhe, la diosa del destino.
El hotel está muy cerca, pero nos cuesta orientarnos. Trapezista es un minúsculo callejón que confundimos con Triaditsa, el cirílico no se nos da muy bien. Tras media hora de busqueda a 3º, y preguntar a mucha gente, damos por fin con el Hotel Maya.
Desde la calle Maria Luisa se ven al fondo las cumbres nevadas del monte Vitosha. Tras pasar por el mercado cubierto de la calle Pirotska, llegamos a la
Sinagoga Central (2 lv), inaugurada en 1909. Es la tercera más grande de Europa, después de las de Budapest y Amsterdam, permitiendo acomodar a 1.300 personas. Fue diseñada por el arquitecto austriaco Grunanger en estilo morisco-español, imitando a la antigua sinagoga de Viena destruida por los nazis. Aunque en fase de remodelación, nos permiten entrar, pasando entre excavadoras y andamios. Suelo policromado, llamativos colores primarios, domo de 20 mts de diámetro, y una espléndida araña central de dos toneladas de peso.
Pasamos por delante del esbelto minarete de la
Mezquita Bayan Bashi, construida en 1576 por los turcos, y que es actualmente la única mezquita en activo de Sofía. Tras ella hay un pequeño jardín y a mano derecha un minúsculo mercadillo. Una de las cosas más agradables de Sofía es la facilidad con la que se crean parques y jardines por doquier. En cuanto tienen dos metros cuadrados libres, plantan un árbol y ponen un par de tenderetes. A pocos metros están los
Mineral Baths, que se usaron como baños públicos de la ciudad hasta 1986, cuando fueron cerrados debido a su ruinoso estado y riesgo de desplome del tejado. Actualmente están en restauración.
En la plaza Sveta Nedelya nace el boulevard
Vitosha, la principal vía comercial de Sofía. Una bonita avenida arbolada, bordeada de edificios estilo retro años 30. Estilo reforzado por los viejos tranvías que pasan en ambas direcciones. Multitud de gente pasea por ella atraída por las numerosas boutiques de moda y tiendas de primeras marcas, y las terrazas de sus bares y restaurantes. Según un estudio de Cushman & Wakefield, Inc. en 2007 era la 22ª calle comercial mas cara del mundo. Entre sus edificios podemos ver el hotel Sheraton, la
Catedral Sveta Nedelya, y el
Palacio de Justicia.
En apenas media hora llegamos al
Yuzhen Park, una enorme extensión verde llena de árboles, con algunos bares y cafés agradables donde disfrutar de una buena sombra. En el centro, una larga fuente lleva hasta el
Palacio Nacional de Cultura (NDK), el centro multifuncional de convenciones, congresos, conferencias y exposiciones mas grande del Sudeste Europeo. Fue construido en 1981 para celebrar los 1.300 años de la creación del Estado búlgaro, y actualmente en sus once plantas acoge todo tipo de eventos: conciertos, conferencias, exposiciones... En la planta baja se encuentran las oficinas de
RILA, única oficina donde se pueden hacer reservas de tren internacionales. No aceptan tarjetas.
Otro corto paseo por el boulevard
Vasil Levski, llamado así en honor del heroe nacional e ideólogo del levantamiento contra los otomanos, nos lleva hasta el restaurante
Krim donde nos damos una comida de lujo. Al salir tenemos 30º bajo el sol. Hay que aprovecharlo. Siesta y café en alguno de los kioscos de
Borisova Gradina, el parque mas viejo de Sofía. Su construcción se inicio en 1884 y debe su nombre al zar búlgaro Boris III. En él se encuentra el mastodóntico
Monumento al Ejercito Soviético.
El boulevard
Tsar Osvoboditel es sin duda el paseo ineludible en cualquier visita a la ciudad. En él, frente al parque, se encuentran la
Biblioteca Nacional y la
Universidad, y junto a ellos, tras un pequeño parque, la majestuosa
Catedral Alexander Nevski, uno de los símbolos de la ciudad y de Bulgaria entera. Está ubicada en medio de una extraña isla formada por diversos parques y avenidas. La parte que ahora vemos, desde atrás, es su parte mas bonita. En uno de sus lados abundan los tenderetes de ganchillo y mantelerías. Es una de las mayores catedrales cristianas ortodoxas del mundo, con una capacidad para 5.000 personas. Fue construida entre 1882 y 1912 en honor a los 200.000 soldados rusos muertos en la guerra contra los turcos de 1877-78. El interior es impactante, oscuro, diáfano, apenas unos bancos, los techos son altísimos, las paredes están decoradas con mármol italiano, alabastro egipcio, ónice brasileño, enormes lámparas de araña, y mosaicos de oro en la más pura tradición ortodoxa del este. Desafortunadamente no se pueden hacer fotos en el interior. En su cripta se encuentra un galería de arte con una valiosísima colección de iconos ortodoxos.
Frente a ella se encuentra la
Iglesia de Santa Sofía, por la que se cree proviene el nombre de la ciudad. Construida a mediados de siglo VI, es la iglesia ortodoxa mas antigua de la ciudad, y uno de los edificios antiguos mejor preservados. Junto a ella hay un interesante
mercado de iconos, monedas antiguas, muñecas katiuska y recuerdos de la antigua era comunista.
Un poco mas adelante, rodeada de un cuidado jardín, se encuentra la llamativa
Iglesia Rusa de San Nicolas, construida en 1914 por trabajadores rusos. Sobre las copas de los árboles despunta su enorme cúpula dorada en forma de media cebolla, rodeada de cuatro cúpulas mas pequeñas, y un brillante techo de tejas verdes. Su interior, aunque mas pequeño de lo que parece, alberga algunos interesantes frescos de los siglos XI y XIV. En su cripta están los restos del santo Serafín, arzobispo de Sofía.
Por la calle
Moskovska llegamos al
Museo Etnológico, frente al que se encuentra el
Sofía City Garden, el mas antiguo y céntrico parque público de la ciudad. Tiene su origen durante los años de ocupación otomana, aunque desde entonces ha sido rediseñado en multitud de ocasiones, y con el paso de los años ha ido perdiendo terreno al chocar con modernos planes urbanísticos. Tres o cuatro quioscos venden comidas y bebidas diversas; y en una esquina, a pocos metros del
Teatro Nacional Iván Vazov, numerosos jugadores aficionados de ajedrez y backgammon se reúnen para regocijo de curiosos y turistas. Un lugar ideal para relajarse y cogerle el pulso a la ciudad y sus habitantes.
La
iglesia de San Jorge, está considerado el edificio mas antiguo de Sofía. Es una iglesia redonda, de mahón rojo, construida por los romanos en el siglo IV, que se encuentra situada detrás del Edificio Presidencial, junto a otros restos de la antigua ciudad romana de Serdica. En su interior han sido descubiertos tres capas de frescos, pintados entre los siglos X y XIV. Magníficos frescos de 22 profetas coronan la cúpula central. Pintados durante la época otomana, cuando el edificio fue usado como mezquita, no fueron descubiertos hasta el siglo XX.
El verdadero centro de la ciudad es la
catedral Sveta Nedelya, cuyos inicios datan posiblemente del siglo X. Se trata de un templo que ha padecido frecuentes daños con el transcurrir de los siglos, habiendo sido destruida en varias ocasiones para ser nuevamente reconstruida después. El 16 de abril de 1925 un atentado con bomba que pretendía acabar con la vida del Zar Boris II, arraso la catedral y acabo con la vida de 128 personas. Su interior es el clásico ortodoxo, lleno de iconos, rico en adornos dorados y con poca luz. En sus alrededores hay numerosas tiendas de iconos y souvenirs.
Nos levantamos a eso de las ocho, y nos vamos directamente al
Ladies Market en la calle Stambolov. Cogemos por la calle
Pirotska, peatonal en este tramo y llena de tiendas de moda, zapaterías, y algún bar y casa de cambio. Giramos en
Tsaf Samul, y a lo lejos ya se ve el mercado. Es bastante grande, y está muy bien surtido de frutas y verduras. Los tomates, grandes y rojos, tienen una pinta tremenda. También abunda la miel y los frutos secos, pero apenas se ve carne o pescado. Es un mercado muy campechano, lleno de gente, donde todo parece recién llegado de la huerta. A sus lados hay bares y cafés donde se puede desayunar o tomar algún café, que tanto les gusta a los búlgaros.
Frente al Palacio Presidencial, coincidiendo con cada hora en punto, se produce el cambio de guardia. No es nada excepcional, pero siempre es divertido ver el desfile, con los uniformes y el paso de la oca. Una buena excusa para tomar unas cuantas fotos. Paseamos un rato por el City Garden, compramos chocolate en el Lindt, y en el mercado de la calle Pirotska algún bollo para el tren. Tranvía. 1 ó 7 (1 lev) hasta Central Railway Sation. El edificio original fue inaugurado el 1 de agosto de 1888, aunque ha sido renovado interior y exteriormente en 2000 dándole un aspecto que recuerda al Estadio Olímpico de Munich.
Nuestro transporte a Turquía es un pequeño tren de dos vagones rojos, viejos y destartalados, que han sido pasto de los graffiteros. Compartimento para nosotros solos, un poco dejado de la mano de Dios, la verdad. Sin avisar, sin pitar, sin ceremonias, el tren sale a su hora. A eso de la 01:30 la policía búlgara pide los pasaportes (información ofrecida por Rosa, yo duermo con tapones para los oídos y antifaz, y no me entero de nada). A las 3:00 le toca el turno a la policía turca. Esta vez hay que vestirse, bajar del tren, hacerse el visado (10€), sello en el pasaporte, y otra vez a dormir hasta las 08:00, en que nos despierta el revisor, para nada porque no bajamos del tren hasta las 09:10.
Hotel Maya. Trapezitsa, 4, pequeño callejón próximo al cruce entre Todor Alexandrov y Maria Louiza Blv, 20 mts por encima del metro. En la 2ª planta de un edificio. 25€ hab. doble, espartana, con ducha, lavabo, nevera y tv satélite. Hay un pequeño patio ideal para el verano.
Krim, un restaurante y club privado ruso, de aspecto refinado y distinguido, al que han acudido personajes como Helmut Kohl y François Mitterrand.
Pri Yafata. Restaurante tradicional con encanto, decorado en estilo rústico, ubicado en una bonita torre de principios del siglo XX. Dos restaurantes ideales para degustar todos los platos búlgaros recomendados en la guía, en un ambiente agradable, relajado y a buen precio (25€).
Sofía puede recorrerse a pie sin problemas. Si no queremos caminar, el
transporte público mas practico y tradicional de la ciudad es el tranvía (1 lv). También dispone de autobuses, trolebuses, y desde enero de 1998
metro, aunque solo cuenta con 13 estaciones entre el barrio de Obelia y la plaza Sveta Nedelia.
La estación Central de Tren se encuentra un kilometro al norte del centro de la ciudad, en el Boulevard Marie Louise, junto a la Estación Central de Autobuses. Los tranvías 1 y 7 llegan hasta allí. Para mas información y horarios conectaros a la web de
Bulgarian State Railways.
Precios |
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Café / té |
1,10 lv |
Porción pizza |
1,20 lv |
Botella 1/2 litro agua |
1,10 lv |
Bollería diversa |
0,65 lv |
Comida dos personas Restaurante Krim |
60 lv |
Desayuno: café, te, pan y frankfurt de queso |
2,60 lv |
Comida dos personas Pri Yafata |
25,40 lv |
Billete tranvía. |
1 lv |