07:00 Comienza el día. Nos duchamos y salimos del hotel para coger un taxi.
08:00 Tardamos 30 minutos en llegar a la estación. Nos cuesta 150 SL.
08:30 Desayunamos algo mientras esperamos que salga el bus.
9:10 Salida de Damasco dirección a la frontera.
10:40 Llegamos a la frontera con Jordania. Bajamos del bus y vamos a buscar el sello de salida de Siria. Además ponemos las mochilas a la vista, o sea todo el equipaje del bus, para que la policía siria lo revise.
11:15 Subimos de nuevo al bus y paramos en un duty free. No aceptan moneda siria ¿?.
11:30. Cruzamos al lado jordano montados en el autobús. Vamos a que nos pongan el sello de entrada en el pasaporte. Los que no tienen visado han de conseguir primero moneda jordana en alguna de las múltiples casas de cambio que hay a la vista, y luego dirigirse a la ventanilla para que les hagan el visado.
12:45 Reemprendemos la marcha hacia Amman. Hemos pasado más de una hora en el proceso de los visados. El tiempo que pases aquí dependerá de cuanta gente no tenga visado. En nuestro bus van 30 personas, de las cuales la mitad somos extranjeros entre occidentales y árabes, y la mayoría no lo tenían.
14:00 Ya en Amman, preguntamos por el King Hussein Bridge y nos dicen que está cerrado el paso. Que por allí no podremos entrar en Israel.
14:10 Con la ayuda del conductor del autobús negociamos un taxi a Jordan Valley Border, unos 70 km al norte por 30 JD. En teoría llegaremos antes de las cinco de la tarde, que es cuando el lado jordano cierra la frontera. Conforme nos alejamos de Amman, se aleja también el verdor y la buen temperatura que rodea a la ciudad. Durante el camino atravesamos ocho controles militares. Nos piden el pasaporte e inspeccionan el vehículo con mas o menos motivación. En uno de los casos nos llegaron a revisar el motor.
16:00 Pagamos al taxista. Cambiamos dinero para las tasas de salida, tal como indica el cartel de control de pasaportes. Cuando nos ponen los sellos nos indican que estamos en tránsito y que no necesitamos pagar tasas. Así que ahora tenemos 20€ en moneda jordana que no nos sirven para nada. Nos hacen una foto con una webcam y nos toman las huellas dactilares antes de ponernos el sello de salida. Tras esto el oficial jordano que nos ha atendido nos pregunta "
¿Tenéis más de un pasaporte?", "
No", contestamos. "
Pues que sepáis que con un sello de Siria en el pasaporte vais a tener muchos problemas para entrar en Israel". Siria e Israel tienen abierta una disputa territorial desde hace treinta años, cuando estos últimos invadieron los Altos del Golán durante la Guerra de los Seis Días. Desde entonces no se permite la entrada a Siria con un sello israelí en el pasaporte, y por su lado Israel adopta "medidas de seguridad extra" con cualquiera que lleve sellos de países árabes. Salimos a esperar el bus que nos cruzará al otro lado.
17:00 Se tarda cinco minutos en cruzar los trescientos metros que hay de un lado a otro. El billete cuesta 1 JD. Pasamos otro control en el interior del autobús, en el que los israelís hacen bajar a un par de ancianos por no tener los papeles en regla.
17:05 Ya en el lado israelí nos miran un poco por encima el pasaporte, y nos hacen alguna pregunta sobre motivos y propósitos del viaje. Las mochilas pasan por un scanner y no encuentran nada, por que no lo hay. Interrogatorio otra vez a puerta de detector de metales, el segundo que pasamos desde que estamos en Israel, o sea en los últimos 100 metros. Vamos a la ventanilla de control de pasaportes con las mochilas. Mientras la soldado que nos atiende nos van haciendo preguntas sobre el viaje va ojeando el pasaporte. De repente levanta un pasaporte abierto por la pagina con el sello de Siria y nos pregunta "
¿Que es esto?", "
Un sello de Siria", contestamos. Otro militar aparece en la otra ventanilla, y muy amablemente se lleva a Rosa para preguntarle aparte.
Nuestro viaje a Siria no les ha gustado. La chica saca un formulario y empieza a hacer preguntas "
¿Has estado en Líbano? ¿Y en Irán? ¿En algún otro país árabe? ¿Tienes amigos árabes? ¿Conoces algún israelí o alguien dentro de Israel? ¿Tu dirección en Barcelona? ¿Como se llaman tus padres? ¿Y tus abuelos? ¿Has estado alguna vez en Israel? ¿Tienes pensado cruzar a Cisjordania? ¿Para qué? ¿Solo vienes a hacer turismo o buscas algo más? ¿De qué trabajas? ¿Trabajas para alguna ONG? ¿Número de teléfono de tu casa? ¿Te importa si ponemos un sello de Israel en tu pasaporte?" Así durante media hora, a Rosa le hacen preguntas similares con las que luego (suponemos) poder cruzar respuestas.
17:40 Se quedan los pasaportes y nos dicen que nos sentemos a esperar. "
¿Cuanto tiempo?" "
Entre 15 minutos y ocho horas, nunca se sabe, es por motivos de seguridad". Permanecemos esperando en unos butacones metálicos en una sala a 24º durante dos horas. Es una sala austera de unos veinte metros de largo, y nosotros estamos en medio de ella. A mano derecha hay una veintena de sillas y tras ellas tres arcos detectores de metales y un scanner. Un poco mas allá Jordania. A mano izquierda, una docena de sillas más y un puesto de control donde jóvenes militares de apenas veinte años se relevan en turnos de veinte minutos, prestándonos escasa atención. No hay nada, nada para comer ni para beber.
Hasta para ir al lavabo hay que pasar bajo el arco detector de metales. Durante la espera vemos otra gente, todos árabes, que se encuentra en la misma situación que nosotros. Familias con niños de meses e incluso una abuela de más de setenta años, son retenidos e interrogados por "razones de seguridad". Pero poco a poco van cruzando, y pasadas dos horas solo quedamos nosotros. Seguramente hacemos pinta de ser muy peligrosos.
19:35 Cansados de esperar les preguntamos que "
¿Cuanto más tendremos que esperar?" "
No lo sabemos aún, es por su seguridad". Diez minutos más tarde se dan por satisfechos. Acabó la OPERACION CASTIGO. No somos terroristas. Por fin somos libres. Un sevillano que conocimos en Damasco que trabaja de manera habitual con ONGs palestinas, nos contó que en una ocasión estuvo esperando siete horas. Después de todo parece ser que hemos tenido de suerte.
19:45 Nos entregan los visados en una hoja adjunta al pasaporte. Ya no hay transporte público, nos han retenido el tiempo suficiente para dejarnos sin él. Ni rastro de autobuses ni taxis. Vamos al duty free a comprar algo para comer, no lo hemos hecho en todo el día. Una vez tenemos la bolsa ya hecha, nos dicen en la caja que solo podemos comprar aquí si vamos a Jordania, no si entramos en Israel.
Estamos a 15 kilómetros del pueblo más cercano sin transporte, sin comida y hace una hora que ha anochecido. Fantástico!!!
20:00 Por suerte nos encontramos un palestino de Ramallah que ha llamado por teléfono a un par de taxis. Antes de irse uno de ellos llama a un tercero que nos viene a buscar para llevarnos a Jerusalén (450 IS). Pagamos 80€ por un viaje que nos habría costado 5€ de autobús de no ser por la paranoia israelí contra todo lo árabe.
20:15 Paramos a comer unos shawarma (46 IS).
20:45 Reanudamos la marcha.
23:00 Llegamos a Jerusalén El taxista que decía conocer a la perfección la ciudad, nos deja en la puerta equivocada. Andamos diez minutos hasta la Puerta de Damasco.
23:20 Llegamos al Hebron Hostel. Ducha y a dormir... Un día para recordar... jajaja