Malta es un país constituido por un archipiélago de ocho islas, de las que las mayores son Malta y Gozo. Aunque no sea decir mucho, la isla grande tiene la mitad de extensión que Menorca, y Gozo, la segunda en extensión, es tan solo una décima parte que la isla balear. A pesar de todo, su ubicación en el Mediterráneo sur le otorga varias ventajas interesantes para el viajero.
Malta esta casi en el centro del Mediterráneo, un buen lugar en la época en la que los barcos no recorrían grandes distancias. Fenicios, griegos, romanos, sicilianos, aragoneses, cruzados a la conquista de Tierra Santa, franceses, británicos, todos ellos han dejado su legado aquí. Seguramente los mas evidentes son las dghajsas, barcas tradicionales de pesca semejantes a las góndolas venecianas llevan pintados en la proa ojos de origen fenicio, el sin fin de iglesias y castillos medievales que dejaron los cruzados cristianos, y la fuerte influencia musulmana y de medio oriente en su gastronomía.
Dada su latitud disfruta de un clima muy agradable que se prolonga hasta principios de invierno, la temperatura del agua en la ultima quincena de octubre era similar a la que hay en Barcelona en agosto. Eso si, las playas difieren mucho de las nuestras, apenas hay media docena de playas arena, el resto son de piedra y roca, en muchos casos con accesos difíciles y resbaladizos a través de ellas, pero el agua es clara y cristalina, de un color propio de aguas mas tropicales, y alberga un nutrida variedad de fauna debido sobre todo a las pequeñas praderas de posidonias que hay en la mayoría de ellas. Las mas populares cuentan con chiringuitos que van desde pequeños locales de venta de snacks y algunas bebidas, hasta restaurantes mas elaborados con mesas y servicios de camareros; las mas abundantes son pequeñas calas, algunas de difícil acceso, donde apenas caben las toallas y una quincena de personas. No hay duchas publicas de agua dulce, y si no hay chiringuito tampoco hay lavabos.
A pesar de su extensión recorrer Malta no es tarea fácil en transporte publico. Es un país densamente poblado, el sexto con mayor densidad de población del mundo, y los autobuses tienden a dar muchas vueltas para poder atender a todo el mundo. Para que os hagáis una idea, un viaje en bus del aeropuerto a Sliema, que son unos 20 km, se tarda una hora. Teniendo en cuenta que para acceder a determinados puntos hay que tomar mas de uno, puede convertirse en una odisea el simple hecho de visitar una playa cercana. Lo ideal es alquilar un coche o una moto, sale mas o menos por el mismo precio. Nosotros alquilamos uno por seis días a través de RentalCars, que nos salió por unos 30€ diarios a todo riesgo.
Los hoteles son extremadamente caros en La Velletta, lo ideal es hospedarse en los barrios de Sliema, San Julian o Paceville al norte, o si no la zona de Las Tres Ciudades (Vittoriosa, Sengle y Cospicua) al sur. Desde estas zonas un viaje al centro son unos 20 minutos en autobús o cinco minutos en ferry, y los precios son como mínimo la mitad que en la capital. Con respecto a los restaurantes, no es fácil comer barato, estamos en Europa, un país que lo importa prácticamente todo, así que nada es barato. Una comida de un par de platos contundentes para compartir o una mezze de tres o cuatro entrantes, acompañado de vino o cerveza a partir de 10€ - 12€ por persona.
Malta no es especialmente caro, comparado con otros lugares de Europa, y esta a un par de horas de vuelo de España. Un buen lugar para una escapada de dos días o de una semana, cultural o de ocio, todas las opciones encajan. Nosotros nos decantamos por el lado relajado, tras dos días en la capital y alrededores, nuestra rutina diaria era visitar dos, tres, cuatro playas, una buena comida seguida de siesta y cerveza para cerrar el día.