Con la llegada de la democracia, tras un periodo de casi medio siglo de paranoica dictadura comunista, que condenó a Albania al más absoluto aislamiento, gente necesitada de todo el país emigro a Tirana en busca de mejores oportunidades. Esto provocó que en 25 años la población de la capital se haya cuadriplicado, y que la pequeña ciudad de provincias se haya visto obligada a crecer a marchas forzadas. Ello ha dejado un trazado urbanístico algo caótico, calles sin nombre ni semáforos, y aunque muchos de los viejos edificios feos y aburridos están siendo pintados, aún queda mucho por hacer. Sus escasos atractivos se encuentran alrededor de Skanderberg Square, la plaza principal de Tirana, presidida por una estatua ecuestre de este legendario héroe de las guerras medievales contra los otomanos. En este gran espacio abierto en medio de la ciudad se hallaba el casco histórico otomano, que fue destruido durante el comunismo para construir el edificio de la Ópera y el Museo de Historia.
El edificio que más destaca, con su enorme mosaico en la fachada, es el
National History Museum (
acceso 200 lek). Es el museo más grande del país, se necesitan entre 1h30 y 2h para hacerle justicia. En él se muestran las diferentes etapas en el desarrollo de la nación albanesa desde los ilirios hasta los partisanos. Son muy interesantes los pabellones sobre la guerra antifascista y el terror comunista, y el dedicado a la albano kosovar más famosa del planeta, la Madre Teresa de Calcuta.
Aun lado de la plaza queda la
Mezquita Et'hem Bey (XVIII XIX), cuyas paredes exteriores y pórtico están decorados con árboles, cascadas de agua y puentes, unos motivos que rara vez se representan en el arte islámico. Este diseño se repite en sus paredes y cúpula interior. Tras ella está la
Torre del Reloj, desde donde debe haber unas magníficas vistas del centro, acceso 100 lek, de 08:00 a 17:00 de lunes a viernes.
Tirana City Map
En la zona sur de la plaza está el National Art Galery, y tras él, girando por Murat Toptani, una calle peatonal con tiendas de souvenirs y restaurantes, se puede ver un trozo de la muralla del Fuerte de Justiniano, un castillo bizantino del siglo VI. Más al sur, cruzando el río, está la Pirámide, un horrible edificio semi abandonado que fue un museo dedicado al dictador Enver Hoxha. Siguiendo el boulevard Dëshmorët e Kombit se llega al Palacio de Congresos y el Museo de Arqueología.
Frente a ella, dando acceso a un frondoso parque, se encuentra el
Memorial Checkpoint, donde puede verse un bunker, pilares de la prisión Spac y un fragmento del Muro de Berlín. Tras el parque se encuentra el barrio de
Blloku (bloque), la zona donde residían las elites comunistas, incluido el propio dictador Enver Hoxha. Durante años fue zona vedada a los albaneses, incluso para pasear. Hoy es una de las zonas más animadas de la ciudad, llena de tiendas, bares de copas, terrazas y restaurantes.
Milingona Hostel, 25 €. Casa de tres plantas, a 10 minutos del centro, con patio frontal donde permiten acampar. Habitación amplia en la primera planta, con terraza privada provista de mesa y dos sillas, baño compartido amplio y limpio, desayuno incluido, ventilador, no aire acondicionado.
Oda. Precio medio-alto, entre 7€ y 10€. Escondido en un pequeño callejón junto a Luigj Gurakuqi, es uno de los mejores restaurantes de estilo tradicional del país. Está decorado con fotos antiguas, ristras de ajos y pimientos, y útiles culinarios tradicionales. Cocina de influencia otomana, fresca y deliciosa. En mis dos visitas probé:
fergesë tiranese, plato típico de la capital a base de cordero, huevos y queso de oveja, y
kokoreç, tripas de cordero asadas. Para acabar,
raki casero.
Para llegar a la Estación Sur de Autobuses, se puede coger el bus naranja (30 lek, 30 min) en la calle Dibres junto a Skanderbeg Sq, o un taxi (500 lek, 10 min). Es poco más que un descampado con un par o tres de autobuses, y una docena de furgonetas que anuncian sus destinos en el parabrisas, pero hay una buena cafetería donde desayunar.
Horarios Nacionales.
Cada hora un autobús (
horarios) une el
aeropuerto con Skanderbeg Square, en el centro de Tirana.
250 lek, 30 minutos.