Billetes. Los hay de 1, 5, 10, 50 y 100 birr. Están asquerosos, nos contaron que la mujer de un embajador, que se ve que es muy finolis, los hizo analizar por un médico y le dijo que podían retransmitir por lo menos veinticuatro enfermedades diferentes. También hay algunas monedas, pero difícilmente las veréis al no ser que participéis en alguna partida de futbolín.
Imágenes de los billetes.
Dinero. La moneda oficial es el birr. Un dólar (1$) son aproximadamente 8,34 birr (agosto 2002). Solo el aeropuerto de Addis Abeba, hoteles de lujo en la capital y algunas agencias de viaje aceptan tarjetas de crédito, en el resto del país son inútiles, un peso menos en la mochila. La mayoría de las grandes ciudades, menos Lalibela, tienen bancos donde cambiar dólares. Es necesario el pasaporte, y rellenar y firmar la declaración de cambio de moneda que deberéis llevar con vosotros, y que os permitirá cambiar los birr por dólares al abandonar el país, de otra forma se considerará obtenido de manera ilícita y empezaran los problemas. Los cheques de viaje son poco conocidos y podéis tardar horas en hacerlos efectivo.
Costes. Etiopia es un país extremadamente barato, aunque también es cierto que fuera de la capital uno no puede permitirse grandes lujos, por que no los hay. Yo gaste 600$ en tres semanas, 30$ diarios, viajando en transporte público, durmiendo en hoteles del rango medio-alto, alquilando barcas, furgonetas y hasta un todo terreno por tres días. Realmente no me privé de nada... Aunque evidentemente puede gastarse menos. Si lo quieres un poco más organizado alquilar un jeep con conductor y guía sale por unos 100$ diarios, manutención de estos aparte.
Propinas y regateo. Niños que te enseñan un hotel, un restaurante, la estación de autobús y cosas por el estilo, son pagados con 1 ó 2 birr. Un interprete que tuve para llamar por teléfono a España fue recompensado con 5 birr, un duro trabajo de hora y media realizar dos llamadas, se lo ganó. En un restaurante se puede dejar el redondeo, igual que en un taxi, pero una propina no es especialmente esperada. Los guías, no oficiales generalmente, que se ofrecen para trabajos concretos, como enseñar las iglesias de Lalibela, acompañaros a las Cataratas del Nilo o similares, es mejor acordar un precio por adelantado. El regateo no es habitual en tiendas, pero si ampliamente aceptado en mercados y en las tribus del sur.