JORDANIA

La cocina jordana es una combinación de comida libanesa, egipcia y siria, con influencias beduinas. Por supuesto con las limitaciones propias de la religión musulmana, nada de alcohol ni carne de cerdo. Sabrosa pero poco variada, la comida suele empezar con una mezze (una selección de entrantes variados), seguida del plato principal de pollo o cordero acompañado de arroz o pan árabe, y acaba con un empalagoso dulce. Para beber té o zumo fresco. Los desayunos suelen incluir hummus, aceitunas, pepinos, tomate y queso fresco.

Los entrantes mas conocidos de una mezze son el hummus, puré de garbanzos con aceite de oliva; baba ghanooj o muttabal, crema a base de berenjenas asadas; muhammara, crema a base de pimiento; y el tabbouleh, ensalada fría de perejil, tomate y hierbas aromáticas. Otros entrantes son fattoush, ensalada de verduras con pan pita troceado; falafel, croquetas de garbanzos especiadas; mahashi, hojas de vid rellenas de arroz, carne molida y especias; o fattayer, empanadillas y pequeñas pastas rellenas con carne picada, queso o verduras. Todo ello acompañado de khobz o pita, pan árabe elaborado en hornos de piedra.

El plato nacional es el mansaf, un guiso de cordero de origen beduino que se come con salsa de yogur sobre arroz blanco. Con pollo son típicos farooj y musakhan, pollo con cebolla servido sobre pan plano. Kefta son pequeñas butifarras de cordero o ternera molida, mezclada con cebollas y perejil; y es frecuente en los buffet encontrar maqluba, arroz con pollo y verduras fritas, la versión árabe de la paella. Por supuesto están las tradicionales carnes a la parrilla de la zona como el kebab, shawarma, shish kebab o shish tawook.

Los postres árabes no son aptos para diabéticos. El dulce mas popular es el knafeh, un postre tradicional libanés elaborado con pasta filo, queso y pistachos, que se vende a peso en las pastelerías. Además están los clásico árabes de baklava, nueces, almendras o pistachos envueltos en pasta filo y bañados en jarabe de miel; y halawa, pasta de sésamo con azúcar y pistachos.

Y en un viaje a Oriente Medio no podía faltar el té, una de las costumbres mas arraigadas en el mundo árabe, desayuno, comida, cena, sobremesa, tiendas, museos y encuentros ocasionales, cualquier momento es bueno. En cuanto al café, además de expreso y americano en los hoteles, se consume mucho el café turco, un café con poso de sabor fuerte y exótico. También es fácil de encontrar en terrazas y salones de té, la tradicional narguile, pipa de agua usada para fumar tabaco de distintos sabores.