

A mitad de camino entre el desierto de Kalahari y el Delta del Okavango se encuentra
Makgadikgadi Pans, un salar rodeado de marismas, pequeñas zonas de pasto y sabana. Durante la temporada seca apenas hay vida, pero tras la temporada de lluvias el lecho se cubre de aguas y pastos, atrayendo aves migratorias y animales a una de las zonas más áridas del planeta. Jirafas, cebras, búfalos, avestruces, elefantes, antílopes, y ocasionalmente sus depredadores: leones, leopardos o hienas, pueden verse en los safaris que se organizan en la zona.

En el camino hacia Maun paramos en
Boteti River Camp, con la intención de hacer uno, pero no hubo suerte, así que volvimos a probar camino de Kasane, pero tampoco pudo ser. Desafortunadamente funciona a medio gas por culpa de la pandemia y el poquísimo turismo que se acerca. El resort se encuentra a las afueras de Khumaga y es accesible en 2WD si sigues la ruta que atraviesa el pueblo. Tiene muy buena pinta, tirando a alto standing. Acampar P300 por persona y P750
game drive de 4h.


Antes de llegar a Kasane paramos a pasar la noche en
Elephant Sands, 53 km al norte de Nata. Desde el desvío en la carretera hay un kilómetro por camino de arena, transitable en 2WD. El lodge dispone de chalets, tiendas de campaña y zona de acampada, así como restaurante y piscina, frente a los cuales hay una charca donde acuden a beber kudus, impalas y decenas de elefantes. Una robusta valla de piedra rodea los edificios del recinto, bar, restaurante, lavabos y duchas comunitarios, hay suelo anti elefantes (numerosos conos de hormigón de pequeño tamaño forman una alfombra de púas) y las puertas de acceso son estrechas y en curva para evitar su paso. En la zona de acampada no hay vallas que protejan de los elefantes, en su lugar grandes troncos difíciles de saltar por los paquidermos, delimitan el camino natural hacia la charca y los separa de las tiendas de campaña. El restaurante es excepcional, la mejor cocina de todo el viaje.