Próximo destino Maun, puerta de acceso al delta del Okavango y su espectacular variedad de fauna salvaje. Desde Khama Rhino Sanctuary son unos 500 kilómetros, sin más puntos de abastecimiento que una gasolinera cerca de Orapa. No hay pueblos, no hay café, ni agua, ni comida, ni restaurantes, nada de nada. Aprovecha para repostar lo antes posible, si vas justo de combustible y ves que no llegas a la gasolinera, aprovecha alguna de las botellas de litro y medio de gasolina que algunos particulares venden de tanto en tanto en los márgenes de la carretera.
Desconozco su calidad, pero siempre será mejor que quedarse tirado.
Maun es una ciudad sin pena ni gloria que discurre, sin un centro claro, durante varios kilómetros a lo largo de la carretera A3. Para muchos turistas su aeropuerto internacional es el punto de entrada al país, desde donde realizan un safari en 4x4 o parten en avionetas privadas hasta algún campamento en el interior del Delta o los salares de Makgadikgadi. Por todas partes han surgido modernos centros comerciales, tiendas, hoteles y casas de huéspedes, donde se puede comprar prácticamente de todo.
Old Bridge Backpackers. Ubicado en una zona muy tranquila junto al río, dispone de diez cabañas y algunas plazas de camping donde cabe confortablemente una tienda y un coche. Lavabos y duchas a cielo abierto con agua caliente, todo muy limpio y cuidado. El bar restaurante, con buenas vistas sobre el río, tiene una carta de excelente calidad con cocina local, pizzas y hamburguesas, así como una gran variedad de cervezas. Bar animado, habitual entre locales y extranjeros, sobre todo durante la puesta de sol. Wifi solo en el restaurante. Organizan excursiones y actividades por la zona.
Debido a la pandemia en Old Bridge Backpackers no pueden organizarnos
game drives, así que nos ponemos a buscar. Tras preguntar en varios sitios, desde
Crocodile Camp nos redirigen a
Temogo Safari, un negocio local justo enfrente del hotel. Los precios son más o menos los mismos en todas partes, en nuestro caso era más un problema de disponibilidad por la ausencia casi absoluta de turismo que otra cosa. Contratamos dos días de actividades: un
boat safari al Delta entre las 08:00 y las 16:00 que incluye un paseo en
mokoro de dos horas y un
bush walk (1h); y un
game drive en
Moremi que nos ocupa desde las 06:00 a las 17:00. Todo ello por P9.000 los dos, todo incluido, transporte, tasas de acceso a parques y comida. La experiencia fue 100% satisfactoria, los vehículos eran cómodos, los guías expertos y atentos, el catering adecuado, una puntualidad suiza a la hora de empezar las excursiones, y sobre todo una gran capacidad de adaptación a cualquier necesidad o situación. Sin duda repetiría.
En 1963, debido al rápido declive de la fauna en la zona y la desaparición de la vida salvaje, la mujer del jefe Moremi III, decidió preservar la zona declarándola reserva natural. Moremi ocupa unos 5.000 km2 en el lado oriental del Delta del Okavango, haciendo frontera al norte con Chobe NP. Su sorprendente mezcla de zonas secas (30%) e inundadas, ofrece una gran variedad de fauna: manadas de búfalos, cebras y ñus, leones, leopardos, licaones, elefantes, jirafas, rinocerontes, antílopes de todo tipo, facóqueros, hipopótamos, cocodrilos y más de 500 especies de pájaros, distribuidos entre bosques de mopanes y acacias, sabana seca, bosques ribereños, palmeras... casi todo tiene cabida aquí.
Moremi se divide en dos zonas, Chief Island, una isla permanente del Delta rodeada de canales y pequeñas islas, solo accesible en avioneta o barca; y la Lengua, donde predomina la tierra firme y es accesible en coche. En realidad solo puede visitarse en 4x4 ya que los caminos son de arena y en ocasiones hay que atravesar pequeños riachuelos o zonas inundadas.
El delta del Okavango es una enorme llanura inundable de unos 20.000 km2 que crea el río Okavango al desembocar sus aguas a las puertas del desierto del Kalahari, después de un largo recorrido de 1.200 km desde Angola. El agua allí depositada nunca llega al mar, si no que parte de ella desaparece por evaporación o filtrado. Lo que genera cambios estacionales en el volumen de agua, llegando a triplicar su tamaño mínimo en momentos de máxima crecida. Todo ello crea una intrincada red de islas, lagunas y canales de poca profundidad, que atraen multitud de animales seducidos por la confluencia de pastos y agua, convirtiéndolo en una de las mayores concentraciones de vida salvaje de África.
Además de los clásicos big five (león, leopardo, búfalo, elefante y el rinoceronte) pueden verse aquí otras especies como jirafas, ñus, cebras, hipopótamos, impalas, eland, kudu, antílopes de todo tipo, guepardos, licaones, hienas, chacales, liebres de sabana, puerco espín, jabalí, babuino, monos vervet, cocodrilos, más de 400 tipos de aves entre ellas avestruces, grullas, águilas pescadoras africanas o las graciosas gallinas de Guinea
Manadas de elefantes, hipopótamos y búfalos, se desplazan sin problemas por esta llanura inundada de poca profundidad abundante en pastos. Los cocodrilos cogen temperatura al sol; y los leones, famosos aquí por su tamaño y fuerza, se ven obligados a nadar muchas veces en busca de antílopes e impalas que merodean por las abundantes islas del delta.
El boat safari incluye un paseo en mokoro, un tipo de canoa que se utiliza en el Delta del Okavango y Chobe. Los mokoros tradicionalmente se elaboran ahuecando el tronco de un gran árbol recto, generalmente un árbol salchicha africano, aunque actualmente la mayoría son de fibra de vidrio, que ofrecen mayor estabilidad y son más duraderos. Tienen capacidad para un par o tres de pasajeros, más un timonel que empuja desde la parte trasera usando un palo largo. Los paseos en mokoro son una atracción turística más, ofreciendo un paseo tranquilo y relajado entre nenúfares y papiros, permitiendo un acercamiento a animales que no siempre es posible con las embarcaciones a motor. Hay que tener cuidado sobre todo con los hipopótamos pues pueden volcarlos fácilmente desde abajo.
Después de comer en un claro en la orilla del río, es hora del bush walk. Un paseo de una hora, por en medio de la sabana, entre hierbas altas y baobabs, una manada de cebras y ñus a menos de 500 mts, algún facoquero que se cruza, lagartos, monos, y la vista puesta en el horizonte no sea que se acerque algún depredador. Yo cada vez que pasábamos junto a un árbol, bastante escasos por cierto, me preguntaba si sería capaz de subirme a él.