Al norte de la carretera que une Gaborone y Francistown, en la ribera sur del río Chobe, queda la pequeña localidad de Kasane, un lugar que apareció por primera vez en el mapa en 1975 con motivo de la boda de Elizabeth Taylor y Richard Burton; y donde se da la curiosa circunstancia de que es el único lugar del mundo donde convergen cuatro países, Botswana, Namibia, Zambia y Zimbabue. Este hecho, que puede parecer anecdótico, ha dinamizado este villorrio de menos de 10.000 habitantes por varios motivos: ser punto de acceso al Parque Nacional de Chobe, tanto por tierra como por barco; y su proximidad a las cataratas Victoria (Zimbawe) y la Franja de Caprivi (Namibia). Kasane dispone de aeropuerto internacional, muy usado por los tour operadores de safaris. En la zona hay abundancia de zonas de acampada y lodges turísticos.


Pasamos las dos primeras nochen en
Senyati Safari Camp, a 10 km de Kasane. Alrededor de una charca, donde acuden a beber elefantes, impalas, babuinos, chacales, hienas y toda bestia que se encuentre por la zona, se distribuyen 8 chalets y 20 plazas de camping. Cada área de acampada tiene su propia cabaña que incluye lavabo, ducha con agua caliente alimentada por leña, porche con corriente eléctrica, lavadero, repisa para cocinar, colgadores de ropa, incluso una cuerda para tender la ropa. A pocos metros todas tienen una
brai con parrilla. ¿Qué más se puede pedir? Pues que frente a la charca coloquen un bar de dos plantas con acceso a un bunker que nos acerque hasta la misma orilla de la poza. Increíble. Quizás no sea el mejor camping del mundo, todo él es arena y las plazas, aunque cómodas no son enormes, pero dudo que haya uno en un entorno mejor. Personal es amable y colaborador siempre. Imprescindible.

Thebe Rivers Safaris, dispone de
bungalows y zona de acampada junto al río, a las afueras de Kasane. Plazas de camping amplias y cómodas, con
brai y sombra. Los lavabos y duchas comunitarios están limpios y disponen de agua potable. El restaurante es bastante grande, aunque la carta como siempre está limitada a una docena de platos básicos. En la recepción organizan
game drives en Chobe NP, safaris por los parques naturales cercanos, así como excursiones a Victoria Falls.
Nando’s. Pollo delicioso, y el resto de los platos parecen más saludables que un KFC o un Mac Donald.


En su camino desde Angola hacia el río Zambeze, donde desemboca, el río Chobe crea en Botswana unas zonas inundadas y pantanosas, rodeadas de sabana, bosques de mopanes y desierto, de mas de 10.000 km
2, conocida como
Chobe NP. Es mundialmente famoso por su importante población de elefantes, se calcula que entre 70.000 y 120.000, uno de cada tres elefantes en el mundo, se encuentra aquí. Las manadas de 50 ejemplares están a la orden del día. El resto de
big five (leones, leopardos, búfalos y rinocerontes) pueden verse aquí, así como cebras, jirafas, kudus, impalas, gran variedad de antílopes, mangostas, babuinos, facóqueros, hipopótamos, cocodrilos, licaones, guepardos, chacales, más de 450 especies de aves, entre ellas la emblemática águila pescadora africana... Abundancia y variedad.

La visita puede realizarse en barca (
river cruises / boat trip), navegando entre los cientos de canales e islas que se forman en la zona inundada, o por tierra, al estilo tradicional (
game drives), aunque todas las pistas son de tierra y es necesario el uso de un 4x4. Contratar estas actividades suele costar entre 25€ - 40€ por persona, tienen una duración de tres horas, y suelen realizarse a primera y última hora del día., aprovechando las mejoras horas de sol y de menos calor. Tanto el embarcadero como la puerta de acceso al parque se encuentran a cinco minutos de Kasane.


Los
boat trip son un poco diferentes a otros que habíamos hecho, en los que te cruzas con hipopótamos y cocodrilos en el agua, y ves al resto de animales bebiendo en la orilla. Aquí hay zonas muy extensas donde el agua no supera el metro de profundidad, donde entre hierbas y juncos los elefantes comen y beben relajados. En los canales pequeños algún elefante o búfalo puede cruzarse por delante de la barca mientras transita de una isla a otra. En las orillas se ven manadas de hasta 500 búfalos, 50 elefantes o 20 hipopótamos apretujados haciendo la siesta. Los
game drives, como siempre, es una cuestión de suerte, pero al atardecer acercarse al río y esperar a que los animales vengan a beber, es un triunfo casi seguro. Dos de los tres días que vinimos por la tarde vimos leones, el primer día cuatro bebiendo y dos haciendo la siesta; el segundo día, un grupo de nueve, dos de ellos machos con frondosas melenas, se estaban comiendo un búfalo.