Desde Reykjavik hay una ruta conocida como el
Circulo Dorado, que engloba las mejores bellezas naturales accesibles desde la capital, algunas agencias organizan la visita en un largo día. En nuestro plan inicial habíamos dejado dos o tres días para esta zona, pero los cuatro días que perdimos con la rotura de la llave del coche, nos obliga a parar solo en un par de sitios. Otra excusa para volver. Empezamos en
Gullfoss (la cascada dorada), una doble cascada creada por la ruptura de placas tectónicas. Literalmente la tierra se abrió bajo el lecho del río, el cañón formado de unos 2,5 km de largo y 32 mts de profundidad, creó una cascada escalonada cuyo primer salto es de 11 mts de altura y el segundo de 21 mts. La grieta en superficie apenas tiene 20 mts de ancho. Dada su extraña ubicación, un roto en medio de una extensa planicie, es una catarata que solo puede verse desde arriba. Hay varios puntos de observación y senderos de aproximación, aunque en invierno algunos de ellos están cerrados, dado que la acumulación de nieve y el hielo hacen el terreno muy resbaladizo. Desde las pasarelas se ven las aguas del río Hvítá acercándose mansamente por la meseta, cuando de repente encuentran la grieta, por la caen violentamente con un ruido ensordecedor, para después seguir su camino pacificamente desfiladero abajo. Quizás no sea ni la más grande ni la más bonita de Islandia, pero sus enormes dimensiones y la inmensa cantidad de agua que cae por ella, la convierten en una de las más impresionantes de ver.
Solo a 10 km de allí se encuentra el área geotermal del valle Haukadalur, famoso por albergar a Geysir, el geiser más antiguo conocido y que da nombre a este tipo de aguas termales. Se trata de un campo geotérmico de unos 3 km2, donde la mayoría de las pequeñas pozas están alineadas en una franja de 100 mts de ancho, que discurre en la misma dirección que las placas tectónicas de la zona, de sur a suroeste. El agua subterránea entra en contacto con el lecho rocoso caliente, lo que hace subir la temperatura del agua, generando presión. Cuando alcanza la temperatura y presión máxima brota alcanzando alturas de hasta 30 mts de altura. Geysir lleva años de escasa actividad y es muy difícil que veáis una fumarola saliendo de él, pero a apenas 200 mts se encuentra Strokkur, un geiser de donde brota agua a presión a gran altura cada cinco o seis minutos. A pesar de que muchos de ellos no tienen actividad, son unos preciosos manantiales azul turquesa de unos pocos metros de diámetro.
Nuestra última parada es
Blue Lagoon (Bláa Lónið), sin duda el baños termales más famosos, caros y masificados del país. Llegamos pronto, antes de que desaparezca la poca luz que hay aquí en invierno. Tarifa de acceso entre 6.100 ISK y 53.000 ISK. Alimentada por un pozo de 2.000 metros de profundidad, es una laguna artificial de 8,7 km
2 que alberga nueve millones de litros de agua, que se renuevan de forma natural cada 48h. El agua, además de azufre, tiene un alto contenido en silicio que le otorga un color azul blanquecino muy particular, y su temperatura oscila entre los 37º y 39º. El complejo dispone de restaurante, bares dentro y fuera del agua, zona de relax, saunas, zona de masajes, tratamientos de barro y algas, y una cascada de agua caliente. Los vestuarios son muy completos con buenas taquillas, duchas con jabón y acondicionador para el pelo, zona para afeitado, bastoncillos de orejas, y secador de pelo, solo echo a faltar el escurridor de bañadores.
Repetimos noche en
Keflavik, en
Guesthouse Alex (8.430 ISK) por su estratégica situación a cinco minutos del aeropuerto. Lo que desde fuera parece un hangar saturado de luces de neón, es un lugar tranquilo, cómodo y funcional, muy bien gestionado. Las habitaciones son sencillas, dos camas, un lavamanos, una mesa, dos sillas y un colgador con estanterías. El lavabo es compartido. El desayuno, incluido en el precio, se sirve de 4h30 a 10h, lo que resulta muy práctico si debes coger un avión a primera hora. Parking.
Para cenar nos acercamos al centro del pueblo. Tenemos cuatro o cinco locales para elegir, la mayoría de ellos demasiado formales para lo que andamos buscando. Entramos en
Rest Biryani, comida paquistaní y libanesa (
falafel,
humus,
biryani,
kefta), además de hamburguesas y refrescos, no sirven alcohol. Buena comida a buen precio, dos platos completos 3.000 ISK.