Koh Rong es otra isla paradisiaca de aguas turquesas y playas de arena blanca, de hecho 43 de sus 61 km de costa son playas. El centro esta dominado por una zona selvática, que se levanta sobre varias colina que ascienden hasta los 300 mts, y una zona de manglares al norte. Hay cuatro pequeños pueblos, el mas importante Koh Touch al sur, pero a diferencia de otras islas del sudeste asiático no esta masificada, solo el 15% de su superficie esta edificada. La isla ocupa una superficie de 78 km2 que en parte están cubiertos por una carretera que recorre principalmente las zonas de costa.
A Koh Rong se llega en ferry desde Shianukville (1h), o en temporada alta desde Koh Rong Sanloem y Kampot (2h-2h30). La parada principal es en Longset Beach, aunque dependiendo de la temporada y el estado del mar puede parar también en Koh Tocuh, Sok San Bay o Long Beach, preguntar antes de subir al ferry. Los billetes suelen comprarse con la vuelta abierta, hay que cerrarlo un día antes de la partida en el propio hotel o en la mini agencia que hay frente al muelle de Longset Beach. En esta mini agencia también se pueden comprar billetes de autobús que salgan desde Shianoukville o alquilar una moto (10$ hasta el atardecer, gasolina incluida). Nosotros, al ser temporada de lluvias y estar inoperativo el ferry entre las dos islas, alquilamos una barca privada para venir desde Koh Rong Sanloem por 20$, una hora de movido, pero, agradable viaje.

Importante, en las islas no hay bancos ni cajeros automáticos, y aunque algunos hoteles aceptan tarjetas de crédito, a los locales les gusta el efectivo, mejor llevar suficiente para toda la estancia. Recomendable llevar repelente de insectos y una linterna o frontal, si cenas en un resort que no es el tuyo el camino de vuelta lo harás a oscuras, no hay alumbrado publico. En las zonas selváticas es frecuente cruzarse con monos, cuidado con ellos, son animales salvajes.


Onederz Beach Resort, 35$. Situado en Longset Beach, a 250 mts del muelle. Media de edad 25 años. Habitación doble con baño privado y tetera, aire acondicionado, y una pequeña terraza, ideal para desayunar y secar la ropa. Dispone de un agradable restaurante sobre la arena, con amplia carta de cocina local e internacional, y cockteles para degustar en su zona
chill out.
La playa mas accesible de la isla es Longset Beach, pues tiene un muelle donde para el ferry. Toda ella es una sucesión de resorts de precio medio, con sus respectivos restaurantes en la playa y parrillas de pescado por la noche. Pero no asustarse, hay sitio para todos, esta a años luz de la masificación de las islas tailandesas. Longset Beach es una playa de arena blanca que se extiende a lo largo de una bahía, agua plana y transparente, ideal para nadar. Al sur esta Koh Tuch Beach, próxima al pueblo, y con una mayor densidad de hoteles, albergues y bañistas. Al norte queda Coconut Beach, una cala aislada rodeada de bosque, donde no pudimos acceder por tierra al encontrarse el camino muy deteriorado después de las lluvias.

La playa mas bonita probablemente sea Pagoda Beach, una amplia extensión de arena blanca donde hay que adentrarse 50 mts para que el agua suba por encima de las rodillas. Hay una docena de resorts de precio alto, destino habitual de familias y lunas de miel. No encontramos ningún acceso público a la playa, todos ellos están ocupados por los resorts, pero accedimos a través de uno de ellos e incluso aparcamos la moto en su parking. Al otro lado de la isla quedan Long Beach, una amplia extensión de arena donde solo vimos un resort. Y algo mas al norte queda Sok San, junto al pueblo pesquero del mismo nombre, donde hay varios resorts, un centro de buceo, varios restaurantes y un supermercado.

Prek Svay es un pequeño asentamiento que se encuentra al norte de Longset Beach, no recibe mucho turismo así que es ideal para una escapada relajada. La mayoría de las casas son viviendas de madera que se levantan en pilares sobre el agua. Siguiendo la única calle del pueblo y cruzando el puente se llega conduce hasta una pequeña cala, junto a la que se encuentra
Firefly Guesthouse and Restaurant, un albergo básico y barato en una ubicación inmejorable con grandes vistas. Comida camboyana casera, servida por su amable y acogedor dueño, quien habla un perfecto inglés. Precio dos personas, 10$.