Llenamos deposito de LPG antes de salir, 15.000 khr. Paramos a comer en Kaoh Nheaek, un pueblo de unos 3.000 habitantes, el mas grande entre Banlung y Sen Monorom, convenientemente ubicado a mitad de camino. Tiene forma de T, debido a que se encuentra en un cruce de carreteras. Hay un par o tres de gasolineras, pero ninguna de ellas sirve LPG. Preguntamos a un conductor de tuktuk local, que nos acerca hasta un taller mecánico, donde rellenan el tanque de nuestro tuktuk con el gas que sale de una bombona colocada sobre una bascula. Cobra por kilos. Hay unos pocos restaurantes con el comedor completamente abierto a la carretera principal, nos paramos en el que tiene mas ollas a la vista. Comemos, pollo con jengibre y verduras, caldo de cerdo con bambú y huevo, arroz, dos aguas, 16.000 khr

Mondulkiri Pizza Bungalows, 100.000 khr. Doce cabañas organizadas alrededor de una piscina y un pequeño jardín, junto al río. Amplia habitación doble con baño privado, terraza, tetera y aire acondicionado. Todo el establecimiento esta muy limpio y cuidado. El personal es muy atento, aunque no todos hablan inglés. Dispone de restaurante, desayuno 5$. Servicio de lavandería, 2$/kg. Organizan excursiones.
Mondulkiri Pizza Bungalows, 44.000 khr, pizza de cerdo y verduras, cerveza ABC.

Frente al restaurante Hangout, hay un local donde las mesas se encuentran dentro de pequeñas cabañas individuales provistas de barbacoa para que tu mismo te hagas la comida. Una experiencia interesante. Ternera y dos cervezas, 29.000 khr.
Cinnamon Café and Bakery, pequeño local llevado por una encantadora mujer que confecciona pequeñas pastas y pasteles y tartas que vende en porciones. Nosotros probamos los
cinnamon rolls y la tarta de queso con mango, exquisito.
Sen Monorom es la capital de la provincia de Mondulkiri, rodeada de selva tropical, abundan las cascadas y pueden verse elefantes, gibones, osos e incluso leopardos. Es la base ideal para recorrer la zona ya que dispone de una amplia oferta hotelera y gastronómica. También se pueden contratar excursiones para visitar los alrededores. Dispone de un animado mercado donde puede comprarse de todo, desde comida hasta ropa o accesorios para las excursiones. No encontramos ningún sitio donde aceptaran tarjetas, todos piden efectivo, por suerte hay varias oficinas bancarias con cajero automático. Gasolinera con LPG.
La cascada de agua mas importante del país es Boosra (acceso 20.000 khr), a unos 40 km de Sen Monorom. Se trata de una doble caída de agua, ambas tienen una altura de unos 20 mts y otros tantos de ancho, y están separadas unos 150 mts entre si. En realidad hay una tercera caída, pero se pierde en la selva y es imposible acceder a ella. Unas pasarelas permiten cruzar de un lado a otro del río y acercarse mucho al rompiente del primer tramo. Hay algunos puestos de comida rápida y pequeños restaurantes en la carretera de acceso. De vuelta paramos en Sea Forest PhnomBaiChow, un resort que dispone de un bar restaurante junto a la carretera, desde donde hay unas vistas espectaculares sobre la montaña de Doh Kromom, rodeada por un océano verde de vegetación que la hace parecer una isla.


Si hay elefantes, hay quien los ha domesticado a base de palos, violencia y humillación continua
, para luego poder venderlo a turistas en forma de paseos, sesiones de baño o lavado y similares, incluso hay quien sale convencido de que están bien cuidados, desoyendo la voz interior que le recuerda el inmenso dolor que hay que infligir a una criatura de 3-4 toneladas para que sea tu esclavo. Si a pesar de todo te sientes confortable con ello, en Son Monorom por 45$ veras satisfechas tus necesidades. Por suerte también existe
Elephant Valley Project, donde por 75$ puedes ver los elefantes en libertad en un santuario de 1.500 hectáreas que combinan densa selva con pradera, rios y bosques de bambú. Son animales rescatados que en su día fueron arrancados de su hábitat natural y durante años han sido usados día tras día en tareas agrícolas o de construcción, en las propiedades de las distintas familias que en ocasiones los comparten. Este santuario se dedica a recuperarlos, en la mayoría de los casos la única opciones comprarlos a un alto precio, y ofrecerles unos ultimos años de vejez dignos. La diferencia para el animal es evidente y la diferencia en el precio ridícula, tu decides.
Existen tres opciones diferentes de visita al santuario, nosotros escogemos la opción de visita por la mañana a los elefantes, comida en sus instalaciones y vuelta a la selva para hacer un paseo de 2-3 horas. Los elefantes se mueven a sus anchas por todo el territorio de la reserva, así que cada día la distancia a recorrer hasta ellos es diferente, en nuestro caso fue una hora mas o menos, y un par de horas observándolos y siguiendoles a través de la selva. Tras una comida buena y abundante en sus instalaciones, echamos una pequeña siesta en la zona chill out. Después paseo paseo guiado por el bosque, que nos permite apreciar su majestuosidad, los arboles centenarios, riachuelos y otros pequeños animales. Tras todo ello, vuelta al punto de recogida en Sen Monorom.

Otros de los atractivos de los alrededores de Sen Monorom es la observación en libertad de
gibones, unos pequeños monos arborícolas de largos brazos en peligro de extinción, que tiene una característica anilla de pelo blanco que rodea la cara negra. En
Jahoo Gibbon Camp se ofrecen experiencias a partir de 175$ por persona, un precio muy alejado de nuestras expectativas. A través del hotel contratamos una excursión de un día completo, que incluía transporte, comida y visita a la catarata de Laeng Kao, por 75$ por persona. Los guías son
bunong, la minoría étnica mas numerosa en las montañas camboyanas, de esta manera también el dinero va directamente a familias necesitadas. Eran dos guías jóvenes, entre 25 y 30 años, conocedores del bosque y buenos ojeadores. Avistamos más de una veintena de micos a lo largo del día, en la mayoría de los casos trasladándose entre las copas de los arboles, y disfrutamos de una agradable comida cocinada en una hoguera de bambú. En el camino de vuelta, paramos a ver la cascada de Laeng Kao, una preciosa caída de agua a unos cientos de metros de la carretera.
