Antes de llegar a la costa del mar Negro desde Plovdiv, visitamos la fortaleza de Asen's y el Monasterio Backovo. Aunque estos 30 km de carretera son de un solo carril por banda, el resto del trayecto es todo autopista Burgas. Hay numerosas áreas de descanso, así como áreas de servicio con gasolinera y restaurante, donde paramos a comer tarator y codillo, muy bueno.
Sozopol, al sur de Burga, es un pequeño pueblo de pescadores convertido en destino de relax y vacaciones. Dispone de dos amplias

playas de arena: la Playa Central, situada entre el centro histórico y el puerto deportivo; y Hatmanite Beach, mas al sur. Ambas cuentan con servicios de tumbonas y sombrillas de pago, que ocupan buena parte de la arena. Las aguas son poco profundas y semi rocosas. El centro son varias calles peatonales ubicadas entre ambas playas, llenas de bares, restaurantes y supermercados, todo muy orientado al turismo; una zona de restauración mas tranquila el puerto deportivo, a 10 minutos de allí.



Selena Family Hotel,
deluxe room 110 lev. Habitación doble con baño completo, aire acondicionado, terraza con vistas laterales al mar y desayuno incluido (buffet libre muy completo). Dispone de dos piscinas. Hay opciones de contratar desayuno, dos comidas y tres comidas. Situado en Bambu Beach, a 15 minutos del centro histórico y a 30 minutos del puerto deportivo.
Bijou, local con buena terraza y vistas al puerto deportivo. Solo aceptan efectivo, buena comida aunque los paltos son algo justos.
Black scorpion fish,
squid tentacles y dos copas vino búlgaro, 52€.
Visitamos algunas playas situadas al sur de Sozopol. La carretera es de un carril por banda, 13 km antes de Sinemorets empeora un poco, la velocidad máxima baja a 30 km/h. Parece que atraviesemos un bosque, gran parte del recorrido los arboles crean un túnel que proporciona sombra continua, parece mentira que estemos a solo 300 mts de la playa.
Veleka Beach, a 10 km hacia el norte de la anterior, en la desembocadura del río Veleka. La arena es reemplazada por gravilla y el agua cubre metro y medio a tan solo cinco metros de la orilla. Otra playa tranquila, menos de 100 personas en un kilómetro lineal. Comemos en el chiringuito que hay en ella, el propietario habla un perfecto español, albóndigas con salsa de pimiento y berenjena, lentejas fritas con salsa de yogurt, dos tarator y dos cafés con leche, 52 lev. Fantástico


Primorsko North Beach, playa enorme, varios kilómetros, en ella hay media docena de chiringuitos, pero como en el resto de los que hemos visto la música no se oye más allá de sus mesas. Se puede comer, beber, relajarse tranquilamente dentro y fuera del local.
Milkshake de coco y avellanas, y zumo naranja natural, 15 levs.

Nesebar, una hora al norte de Sozopol por buena carretera, añade con sus iglesias bizantinas, un plus cultural al turismo de playa del Mar Negro.
Pero no nos engañemos, esta mucho mas masificado que el sur, no llega a los niveles de Benidorm, pero de a los de Lloret si. La playa es una sucesión de tumbonas, hay cientos de ellas, aunque la convivencia con los que no alquilamos es cordial. Eso sí, para los insurrectos ni una sombra.


Melsa Coop, 110 lev. A 300 mts de la playa. Habitación doble muy amplia y silenciosa con baño privado. Piscina y desayuno incluido (muy completo). Parking en la puerta. Personal super atento.
Bistro South Park,
mish-mash,
garlic bread,
greek salad,
kebapchez kifte, dos cervezas locales y una copita de
rakia. Restaurante familiar y tranquilo, comida deliciosa. Ubicado junto a las escaleras de acceso a la arena en la zona norte de la Playa Sur.


El
barrio viejo, tras cruzar el pequeño istmo que lo separa del continente, es un pequeño parque temático para turistas. Tiendas de souvenirs, bares y restaurantes aparecen uno tras otro. A pesar de todo merece la pena visitarlo, casas de madera, iglesias de piedra del siglo X, enredaderas que cubren paredes enteras, callejones estrechos, calles adoquinadas, vistas al mar...


Siguiendo dirección norte por la costa del Mar Negro paramos en
Varna, una ciudad balneario rodeada de playas. A nivel cultural destaca su
Museo Arqueológico, el más importante del país junto con el de Sofía; y los restos de unas
Termas Romanas del siglo II (acceso 5 lev). Están en un estado algo descuidado, aunque hay buenas indicaciones que facilitan el recorrido y el imaginario de esa época pasada. Junto a las ruinas se encuentra la
Iglesia de St. Athanasius, construida en 1.838 sobre las ruinas de una pequeña iglesia del mismo nombre quemada dos años antes.


En el centro histórico de Varna predominan las edificaciones de finales del siglo XIX y principios del XX. La cruz que forman el
blvr. Slivnitsa, una amplia vía peatonal que lleva hasta la playa, y el
blvr. Knyaz Boris I; es el centro vital de la ciudad. Lleno de vida a todas horas, gente paseando o tomando algo en las terrazas de bares, restaurantes y heladerías, músicos callejeros, tiendas. Una zona muy agradable donde pasar las horas perdidas que te deja la playa.
Perfect, 100 lev, habitación doble pequeña con baño privado y sin desayuno. Aparcamiento 10 levs noche. A 50 mts del Boulevard Slivnitsa.
Snack Bar Nord, chiringuito a pie de arena en la zona norte de la playa principal, buena sombra, buena comida, buen servicio, carta variad y buen precio. Ensalada
snezhanka,
vine leaves,
kavarma,
samun (pan), dos cervezas.