El 90% de los nepalís son hindús, o sea que profesan el hinduismo como religión, y sea por religión o no, mayoritariamente son vegetarianos. A excepción de ingredientes específicos del país la gastronomía nepalí es muy parecida a la cocina india, se basa en arroz, verduras generalmente condimentadas con currys que suelen estar compuestos de jengibre, ajo y chile; y dhal, sopa de lentejas sin piel. Todos ellos pueden acompañarse de chapati o nan, tipos de pan indio, o papad, finas tortitas fritas crujientes.
Otra opción es la
cocina newari, población mayoritaria del Valle de Katmandú, que incluye también algunas carnes como cerdo, pollo, cabra, búfalo y yak, pero nunca de vaca o ternera, ya que este animal es sagrado al igual que en la India. Y por ultimo nos queda la
comida tibetana, cuyo plato mas típico son los
momos, raviolis cocidos rellenos de carne o verdura y acompañados de sopa o salsa picante o ambas y que se sirven en raciones de diez o doce. Otros platos son
kothey, momos fritos;
richosi, momos en sopa;
thukpa y
thenthuk diferentes tipos de sopa de fideos con verduras y carne;
tingmo, pan al vapor. Toda la comida en general es picante y esta generosamente especiada.
La bebida nacional es el té, que puede tomarse de dos formas distintas. Pidiendo
tea nos traerán un vaso de agua caliente con una bolsita de te nepalí o del norte de la India, pero si pedimos
nepali tea nos lo traerán con leche y una mezcla de especias y hierbas aromáticas de sabor muy fuerte y especiado muy parecido al
masala tea. Por supuesto también se bebe
lassi, una bebida tradicional de la India a base de yogurt, agua y azúcar.
En cuanto a bebidas alcohólicas las cervezas más populares son Nepal Ice, Everest y Ghorka, aunque también pueden encontrarse Tubrog y San Miguel.
Tongba es una cerveza de mijo típica de las regiones montañosas del este del país que se sirve en una jarra metálica llena a rebosar de mijo fermentado donde se va añadiendo agua caliente conforme se consume. En Dhampus probamos
raskshi, un licor tradicional nepalí de elaboración casera a base de arroz fermentado, de un color y sabor parecido al
sake japonés.
En cualquier ciudad es fácil encontrar puestos ambulantes sobre bicicletas donde venden plátanos, manzanas y mandarinas. En los restaurantes nunca ponen cuchillos a los comensales, solo cuchara y tenedor, como no comen entrecots tampoco les hace falta. Y en algunos de ellos traen palomitas o cazos de sopa para amenizar la espera. Es frecuente la presencia de roedores de diversos tamaños en calles y templos, y por supuesto en restaurantes. En la mayoría sirven la comida en terrazas al aire libre o salones con las ventanas abiertas, vale que no es el crudo invierno ártico, pero estamos a 1.340 mts de altitud y 10º de temperatura exterior, así que solemos cenar con chaqueta, y una vez te has metido un poco de picante y una cerveza todo mejora.