Beirut es una ciudad para pasear, aunque es tan grande que tendrás que coger algún taxi o autobús entre paseo y paseo. La libertad de credos y mezcla de culturas nos rodea, mezquitas e iglesias de fieles musulmanes y cristianos de todas confesiones se suceden, ruinas milenarias, edificios todavía con daños visibles de la guerra civil que asoló el país entre 1975 y 1990, lujos edificios de apartamentos frente al puerto deportivo, rascacielos y fascinantes museos. Pasea sin miedo, báñate en Pigeon's rock. En Beirut abundan los cafés y restaurantes, y hay una animada vida nocturna, siéntate en una terraza a ver la gente pasar mientras fumas una narguile, o saborea una copa de vino durante un concierto de jazz. Beirut es una ciudad en constante movimiento, cosmopolita y acogedora, que no deja de sorprenderte, y la mejor manera de visitarla es dejarse llevar.

Al sur de la Corniche se encuentra
Rouche, un barrio residencial de apartamentos de lujo, levantados sobre un acantilado bordeado por la Avenue de París, donde abundan los cafés y restaurantes de nivel medio alto. A 50 mts de la costa se ven las
Pigeon's rock, dos formaciones rocosas de 60 mts de altura, que se han convertido en una de las imágenes más icónicas de la ciudad. Se puede contratar alguna barcaza para que te acerque hasta ellas, e incluso pasar a través de arco de la más grande. En tierra firme, el paseo, es un buen lugar para sentarse y dejar pasar el tiempo.
La zona más animada y más cómoda para hospedarse es el barrio de Hamra, abundan los hotels de rango medio, multitud de restaurantes y supermercados, casas de cambio, locales de ocio nocturno y importante actividad grafitera, siendo Hamra St y las calles paralelas las más concurridas. Adyacente a está zona está Rue Bliss y las universidades, donde hay algunos fast food y cafés interesantes; y la Corniche, el paseo marítimo, permanentemente llena de gente paseando, jugando al backgamon, bañándose en alguna de sus playas, pescando desde el paseo o las rocas, o disfrutando de un café, una narguile (pipa de agua) o unas pipas compradas a algún vendedor ambulante. Especialmente animado al atardecer.
Un corto paseo desde Hamra nos lleva a los jardines Sanayeh, del tamaño de dos manzanas de l'Eixample de Barcelona, la zona verde más grande de la ciudad. Hay una enorme fuente en medio rodeada de una arboleda de 360º cuidadosamente podada. Hay bastantes bancos y zonas de sombra, un parque infantil de juegos con bancos, columpios y similares, zonas verdes para estirarse, y rutas para los niños en bicicleta. Un lugar muy concurrido donde ver la vida pasar y hacer una siesta.
En Beirut hay una animada vida nocturna, todas las noches hay al menos media docena de
conciertos de pequeño formato. Muchas de estas salas son en realidad bares o restaurantes, que disponen de un pequeño escenario, donde apenas caben cuatro músicos, y combinan la música en vivo con la cena o unas copas. Hay una tarifa de entre 6$ y 8$ para el grupo, más el coste de la cena o consumición, importante reservar por adelantado, siempre están llenos. Nosotros conocimos
Now Beirut,
Salón Beyruth (música de jazz en Hamra),
Mezyan (música árabe en Hamra),
The Quadrangle, y
Hole in the Wall.



La
Place Etoile es el corazón de Beirut, una de las zonas más castigadas durante la guerra civil, y donde se encuentra la mayor concentración de edificios históricos de la ciudad. Ideada a principios del siglo XX, la plaza fue diseñada para tener 8 calles radiales, pero está idea se vio truncada por la presencia de la histórica Catedral Ortodoxa Griega de San Jorge, la iglesia más antigua de Beirut, y la Catedral Católica Melquita de San Elías junto a ella.


Finalmente quedó una estrella de seis puntas, en cuyo centro se encuentra la Torre del Reloj (Rolex, por cierto) y frente a ella se encuentra el edificio del Parlamento del Líbano. En las cercanías se encuentra la Mezquita de Mohammed al-Amin, unas termas romanas, el
cardus maximus, y el Gran Serrallo, un imponente edificio otomano. Toda la zona es peatonal, pues todos los accesos están bloqueados tanques, militares fuertemente armadas y alambradas de espinos. A diez minutos caminando está la
Plaza de los Mártires, una enorme plaza que da acceso a la Mezquita al-Omari, construida originalmente por los cruzados como iglesia y convertida en mezquita por los mamelucos en 1291.
Gemmayezeh es el barrio bohemio y animado de Beirut. Aquí aún quedan vestigios de la arquitectura de la época colonial, aunque la mayoría de los edificios necesitan una seria rehabilitación. La mejor hora para visitarlo es al atardecer, tomar un té en algún café, curiosear tiendas y escaparates, cenar en alguno de sus numerosos restaurantes y alargar la noche tanto como haga falta tomando copas y escuchando música en vivo.
Dar Beirut, té y
falafel, 310.000 LBP. Muy buena comida, bonito, cómodo, decorado con cuadros y fotografías como si fuera una galería de arte.

Unos 20 km al norte de Beirut se encuentra uno de los símbolos nacionales de Líbano,
Jeitta Grotto
(acceso 133.000 LBP) un complejo de dos cavernas de piedra caliza cárstica, a dos niveles de profundidad pero interconectadas entre si, que suman una longitud total de 9 km, aunque solo dos cortos tramos son visitables. En la gruta inferior el acceso se hace en pequeñas barcas; y la superior, donde dicen que está la estalactita más grande del mundo, se puede visitar a pie y por libre un tramo de unos 600 mts. Prohibido tomar fotos. Compartimos taxi con tres paquistaníes, 60$ ida y vuelta, tiempo de espera ilimitado incluido.
El
Museo Nacional
(
acceso 100.000 LBP) alberga una maravillosa colección de objetos arqueológicos y estatuillas provenientes de todo el país. El contenido está organizado por orden cronológico, empezando en la planta sótano, con la prehistoria y una gran colección de sarcófagos egipcios; y acabando en la primera planta con los mamelucos. Las sección de mosaicos es espectacular. Es ameno y está bien documentado, la mayoría de las piezas están etiquetadas o tienen un código QR. Para ir desde Hamra St se pueden coger los autobuses numero 15 y 24.

La opción ideal para hospedarse es el barrio de Hamra, en la zona céntrica, cercana a las universidades y la Corniche. Nosotros estuvimos en dos hoteles.
Queen's Suite Hotel, 60$. Amplia habitación doble con baño completo privado. Desayuno buffet libre incluido.
Orient Queen Homes Hotel, 50$ Habitación doble con baño privado, balcón y cocina. Tamaño cómodo, sitio para las maletas, mesita y dos sillas en la terraza (multiplicado por dos, de hecho, porque tenemos dos terrazas). Desayuno no incluido. Bien ubicado a cinco minutos de Hamra St y la Corniche.
Hotel Bella Riva, 80$. Cerca de Luna Park, a 15-20 minutos andando de la parte animada de Hamra St. Habitación doble con baño privado, sin desayuno. Pobre relación calidad precio. Para desayunar vamos a
Abou Hassan, un popular restaurante de comida local, con buena comida y buenas raciones.
Fatteh with meat,
hommos,
foul mdammes y dos tés, 400.000 LBP.


Abu Naím, cocina tradicional, precio medio alto. Local tranquilo, agradable, paredes decoradas con caligrafía arábiga, y fotos de paisajes y monumentos locales. La comida excelente.
Halloumi (queso frito),
kibbe (carne picda con cebolla y grano de trigo),
muhammara (humus de pimientos y nueces) y vino, 800.000 LBP.
Barbar, local muy popular con aspecto de
fastfood, pero muy buena comida. Humus con shawarma de ternera, rollitos de queso, hojas de parra rellenas, zumo de piña y zumo de naranja, 900.000 LBP.
Salón Beyrouth, cerca de Hamra St. Local muy agradable y caro, precios europeos, con música en directo dos o tres veces por semana. Cervezas artesanas, vino y amplia carta de comida local. Fuera del área de Hamra St, en Downtown Beirut a 10 minutos de Zaitunai Bay, se encuentra
Café Centreville, local de estética deportivo universitaria, gran selección de pipas de agua y platos de diferentes cocinas. Ideal para comer mientras echas una partida al backgammon (tienen un montón de tableros), 174.000 LBP dos tes.
