Última etapa de nuestro viaje, vuelta al norte, a Johannesburg. Hacemos el camino siguiendo las carreteras N2 y N3, que se cruzan en Durban. Son unos pocos kilómetros mas, pero desde poco más allá de Richard’s Bay todo el camino es autopista de peaje, mínimo dos carriles (cerca de Durban hasta cinco), arcenes anchos, y velocidad cómoda y sostenida. El camino a las Drakensberg decidimos hacerlo en dos jornadas. Nuestra primera opción es parar a dormir en
Amatikulu NP. Llegamos alrededor de las 13h, el camping está vacío, así que eso no es un problema, pero los caminos del interior del parque son pedregosos y muy bacheados, poco adecuados para nuestro VW Polo.
Seguimos hasta
Midmar Dam, una reserva natural creada alrededor del lago que forma la presa del río uMngeni. Es un popular destino familiar para la práctica de deportes acuáticos. Dispone de embarcadero para canoas y pequeños barcos a vela, y además cada año se celebra la Midmar Mile, el mayor evento de natación en aguas abiertas del mundo. Dentro de la reserva hay una zona de
game drive donde se pueden ver algunos antílopes. Dispone tres campings enormes, todos ellos vacíos. Nos instalamos en
Munroy Camp, en una plaza con unas tranquilas y espectaculares vistas sobre el lago.
Seguimos la N3 160 km hasta
Amphitheatre Backpackers, a 21 km de Bergville, a mitad de camino de Royal Natal y la zona norte de los Drakensberg. El alojamiento es estupendo, completo y variado, dispone de todo tipo de habitaciones desde 240 rands por persona y noche, zona de acampada, dos cocinas con mesas y bancos totalmente equipadas (fogones, microondas, nevera, vajilla completa, batería de cocina, cubiertos…), zonas de
braai, sauna, jacuzzi, bar, restaurante… Nuestra habitación, 240 rands por persona, tiene hervidor de agua, baño propio y una fantástica terraza al jardín. Wifi satélite (10 rands 60 mb) solo disponible en recepción y alrededores. Organizan diversas actividades en la zona, contratamos dos excursiones para los días siguientes.
Si no vas a comer en el restaurante y hacer uso de la cocina o la barbacoa, el supermercado más cercano está en Bergville. Otro pueblo con población 95/% negra, como siempre. Pero aquí se ve más pobreza de lo acostumbrado, incluso dentro del centro comercial. Alguno da un poco de mal rollo. En Sudáfrica no hay clase media, para algunos de ellos el umbral de la pobreza hace tiempo que fue rebasado.
Ya que la salida a los Drakensberg está programada para el día siguiente, llenamos el día con una breve visita a
Lesotho (690 rands por persona). Salimos a las 07h40 vía Phuthaditjhaba hasta el cruce de Monantsa Pass, a 2245 mts de altitud. En el lado sudafricano hay un puesto fronterizo, pero no en el lado de Lesotho, a donde de facto entramos como inmigrantes ilegales. Es una zona remota y con muy poco transito, así que decidieron suprimir el costoso puesto de control. Por el lado sudafricano la carretera que asciende la montaña es muy empinada, estrecha y hay largos tramos sin asfaltar, pero el lado de Lesotho es una de las peores que he visto en mi vida. Es una pista sin asfaltar, en una pendiente muy pronunciada, llena de baches y profundos surcos de agua donde entra media rueda, hay piedras, rocas caídas de la montaña... una pesadilla para las posaderas.
Estamos en un pequeño valle, completamente rodeados de montañas, la cordillera
Maloti, nombre que reciben las Drakensberg en Lesotho. Es un paisaje típico de alta montaña, espectacular, donde algunos picos aun están nevados. Y también es sin duda una de las zonas más pobres del país. La gente que nos cruzamos van cubiertos por una manta a modo de abrigo, y calzan botas de agua y pasamontañas. No ha salido el sol y está lloviznando, estamos a más de 2.000 mts, la temperatura es muy baja.
Llegamos a un pueblo donde Amphitheaters Backpackers patrocina una escuela que visitamos. Después un corto paseo montaña arriba hasta unas pinturas rupestres
san (bosquimanos), donde aprovechamos para comer el
pack incluido en el tour (dos sandwiches, huevo duro, manzana y un par de caramelos). De vuelta al pueblo paramos en una cueva donde sus habitantes cobijan a los rebaños de ovejas las noches de lluvia o frío invierno. También conocemos a una curandera que nos explica como sus dones le fueron revelados cuando tenia 9 años. Por último en casa del maestro probamos un plato tradicional basoto, consistentes en una especie de gachas de arroz con espinacas, buenisimo.
Drakensberg es una cordillera de unos 1.000 km de longitud, donde se encuentran las montañas más altas de Sudáfrica, toda ella limítrofe con Lesotho. En la zona norte destaca el Amphitheatre, una impresionante pared de roca de unos 5 km de largo y 1.220 mts de altura. Uno de sus picos,
Sentinel Peak (3.186 mts), es el único que puede coronarse cómodamente en una excursión de ida y vuelta de un día Es accesible desde el Sentinel Car Park cerca de Witsieshoek vía Phuthaditjhaba, a unos 2.500 mts de altitud, desde donde hay una relativamente corta ascensión. Desde la cima se puede acceder fácilmente al punto inicial de caída de
Tugella Falls, las segundas cataratas más altas del mundo, cuya agua cae durante 948 mts, repartidos en cinco saltos.
Excursión a
Sentinel Peak, 640 rands por persona, nos aplican 50 rands de descuento por ser la segunda actividad contratada. Como ayer, salimos del albergue a las 07:30, y tras 1h30 2h de camino llegamos al parquing, donde hay un pequeño refugio con lavabos. Desde aquí el desnivel hasta la cima es de unos 600 mts. Está completamente nevado y hace viento. En el lavabo me pongo unos segundos pantalones, otros calcetines, camiseta térmica, camiseta manga larga, manga corta, forro polar e impermeable. Nuestro fallo más grande es que el calzado es de verano, Rosa va con bambas de
running, y antes de empezar la marcha estamos helados. La clave será mantener los pies secos y alejados de los charcos a toda costa. Nos planteamos seriamente quedarnos en el refugio tomando
hot chocolate mientras los demás van a pasar frío, pero decidimos arriesgarnos.
Una vez en movimiento entramos en calor. El tiempo cambia continuamente, tan pronto se levanta viento como se pone a nevar. El camino en general es fácil, con desnivel en ocasiones, pero aunque rocoso y resbaladizo por la nieve y el fango que esta crea, no es un recorrido técnico ni peligroso. Como hay demasiada nieve y no podemos seguir la ruta principal, el último tramo lo hacemos subiendo por unas escaleras metálicas divididas en dos tramos de 20 y 15 metros más o menos. Este tramo es el único realmente peligroso, y una auténtica locura hacerlo sin una cuerda de seguridad (en el albergue nos dijeron que la había). Una vez en la cima, andamos unos diez minutos más hasta llegar a la caída de Tugela Falls. Comemos y volvemos. En total 2h30 de subida y 2h de bajada.