En los restaurantes omaníes, la mayoría de ellos de comida
hindú, es fácil verse rodeado de platos sin haberlos
pedido. Siempre traen una botella de agua aunque hayas pedido
otra bebida. Seguramente caerá algún plato de humus, en
el 99% de los casos una ensalada, y en un 50% un pequeño
cazo de sopa. Así que pides un platito de pollo con arroz y te pones
hasta las trancas. Los cobran todos, pero como no es caro y esta
bueno cuesta decir que no. La mayoría de ellos tienen "auto servicio con comida para llevar". Los coches
paran frente a la puerta, tocan la bocina y el camarero sale a tomar nota, o incluso dado el alto nivel de seguridad que existe en el país, entran a pedir en el restaurante dejando las llaves puestas y el motor arrancado.
Es difícil encontrar restaurantes de
comida autóctona. De este tipo en Nizwa
Bin Atique Restaurant es altamente recomendable. En las grandes ciudades (como Dubai), y principales hoteles y restaurantes se puede encontrar cocina internacional.
Para
comer, sobre todo en poblaciones pequeñas, cuanto mas cerca del
souq mejor. A su alrededor suele haber multitud de restaurantes, coffee shops y bakeries, supermercados baratos, por la noche en algunos se instalan barbacoas en la calle.
Son muy buenos los zumos naturales (lima con menta, insuperable), los dátiles (de los que hay medio centenar de variedades), el café, la comida libanesa, los sandwiches hechos con pan feta, las ensaladas aliñadas con lima (el aceite solo lo usan para el humus), y un clásico de los puestos ambulantes: maíz hervido con zumo de limón, mantequilla, sal, pimienta y algún picante, todo ello bien mezclado y servido en vaso de plástico. Se come con cucharilla (400 baizas), y esta delicioso pero pica mucho.
Ambos países ofrecen una amplia variedad de hoteles de todas las categorías. Desde albergues hasta el único siete estrellas del mundo, con habitaciones a partir de 1.300€. En Oman el alojamiento suele ser escaso y de nivel medio-alto, lo que hace que el precio medio de una habitación doble con baño ronde los 50€. Espera pagar el doble en resorts de playa o campsites en el desierto. En muchos casos esta incluido el desayuno, y en zonas aisladas incluso la cena. Las habitaciones suelen ser amplias y los niveles de limpieza mas que satisfactorios. La mayoría de los que estuvimos disponían además de parking gratuito.