
Riga es, sin duda, la mas interesante de la tres capitales bálticas. Cosmopolita y eminentemente comercial desde su fundación en 1201, su casco antiguo

a orillas del río Daugava estuvo amurallado hasta mediados del siglo XIX. Sus calles adoquinadas albergan un sinfín de iglesias con altos campanarios de aguja, museos, casas renacentistas y algunos horrores arquitectónicos de la época soviética. Un canal rodeado de parques y zonas ajardinadas lo separan del centro, donde están algunos de los edificios
art nouveau mas significativos de la ciudad. Amplias avenidas, impresionantes plazas y animados mercados, todo ello accesible fácilmente a pie.

Desde Tartu el autobús sale a las 06:20, hay otros a las 02:05, 03:20 y a las 17:45, el problema es que Tartu no es estación de origen, si no que enganchas con uno que viene de San Petersburg. Viajo con
Luxury Express (16€, 4h), es cómodo y duermo casi todo el camino. En la estación de Riga hay un Punto de Información donde ofrecen
planos y horarios de tren y autobús.


Junto a la estación de autobuses, ocupando cinco antiguos hangares para zepelines, se encuentra el
Mercado central de Riga, uno de los mas grandes de Europa del Este. Tiene además una interesante zona al aire libre donde venden sobre todo verduras y frutas frescas, así como ropa y accesorios diversos. Desde el mercado se ve a lo lejos el edificio de la
Academia de Ciencias de Letonia, un mastodóntico bloque de hormigón al estilo de los grandes edificios soviéticos de los años 50. Apodado como "el pastel de cumpleaños de Stalin", fue el primer rascacielos de la ciudad. Si nunca se ha visto uno de estos de cerca merece la pena acercarse.
El casco antiguo de Riga, la antigua ciudad amurallada, queda entre el río Daugava y el canal Pilsetas. Es un pequeño laberinto de calles donde se suceden las bonitas casas de estilo renacentista holandés con las torres de numerosas iglesias. Es una zona fácil de recorrer a pie, abundan las terrazas de bares y restaurantes sobre todo en las plazas, que suelen estar cuidadosamente ajardinadas compartiendo espacio con algún mercadillo de artesanía y souvenirs. No hay ruta fija, lo mejor es pasear sin rumbo fijo y disfrutar del entorno, una vez perdido siempre hay algún restaurante de aspecto medieval cerca para saciar el apetito.
La
iglesia de San Juan, es un templo luterano construido a mediados de 1200, aunque su aspecto actual data de 1849. Se dice que durante el siglo XV dos monjes que querían ser santos fueron emparedados vivos en sus paredes y eran alimentados por los feligreses. Todavía no han conseguido su objetivo, pero en el interior de la iglesia puede verse el agujero en forma de cruz por donde eran alimentados. Tras ella está la
Iglesia de San Pedro, la mas alta de Riga. Fue construida en 1209 aunque apenas quedan piezas originales. Un ascensor (acceso 7€) permite subir a una plataforma en la torre ubicada a 72 mts de altura.


En la Plaza del Ayuntamiento se encuentran algunos de los edificios y monumentos mas importantes de Riga. Sin duda el mas singular es la
Casa de los cabezas negras, donde antiguamente estaba el gremio de comerciantes; la
estatua de Roldan, el legendario caballero que sirvió a las órdenes de Carlomagno; el
monumento a los fusileros letones, unidades comunistas que combatieron junto a los bolcheviques en la guerra civil rusa; el
Museo de la Ocupación Letona, explica el medio siglo que estuvo bajo ocupación alemana y rusa; y el flamante edificio del
ayuntamiento, construido en 1226 y al que se añade la torre campanario en 1596.


En el extremo de una amplia plaza llena de terrazas de bares y restaurantes, está
Riga Doms, la catedral luterana construida en 1211, aunque posteriormente se elevaron los muros, se añadieron las capillas laterales, y en el siglo XV se añadió la torre. Su elemento mas llamativo es su órgano de casi 7.000 tubos que en 1884, fecha de su construcción, era el mas grande del mundo.
Cerca de allí está la
Casa de los gatos. No hay nada que la distinga del resto excepto los dos gatos negros que tiene en el tejado. La leyenda cuenta que un comerciante descontento, que no fue aceptado en el Gran Gremio, construyó esta casa y puso un gato en el tejado con su cola apuntando hacia el Gran Gremio, expresando así su desprecio. Cuando tras años de disputas fue admitido cambió la orientación de los gatos. Frente a este edificio está el
Gran Gremio, creado en el siglo XIII sirvió de sede central al gremio de comerciantes antes de ir a la Casa de las cabezas negras; y tras él el
Pequeño Gremio, que albergaba al gremio de artesanos.
La
Torre del Polvorín (siglo XIV) es una de las 18 torres que formaban parte de la muralla defensiva de la ciudad. Destruida en 1621 por el ejército sueco, fue reconstruida en 1937, y hoy alberga el
Museo de la Guerra. Junto a ella se están los
Barracones de Jacobo, unos edificios amarillos ocupados por tiendas y restaurantes que fueron usados en siglo XVII para albergar a los soldados suecos. Están situados frente al último tramo que queda del muro de la ciudad, que puede cruzarse por la
Puerta Sueca, la única que se conserva de las ocho que poseía la ciudad. Construida extramuros para uso de las aldeas circundantes, la
Catedral de San Jacobo (1226) es uno de los pocos templos católicos que quedan en Riga. En Mazā Pils iela, entre los números 17-21, se encuentran
los tres hermanos, las tres viviendas mas antiguas de Riga. La mas antigua es la casa blanca del nº 17, que data del siglo XIV; la del nº 19 que alberga el
Museo de Arquitectura es del siglo XVII; y la del nº 21 es del siglo XVIII.


Los márgenes del
canal Pilsetas son sin duda el lugar mas agradable de la ciudad, ideal para pasear, pasar un rato relajado, o echar la siesta sobre su cómoda y confortable hierba. A lo largo de todo él discurre una zona verde y ajardinada, arboles, plantas, flores, fuentes, esculturas, puentes; y pequeñas barcas que ofrecen paseos por el canal a partir de 10€ por pasajero. Delimitando el canal, el tramo que corresponde a la ciudad vieja al menos, están el parque Bastejkalns alrededor del edificio de la
Ópera, y el parque Kronvalda; y en medio queda la
Estatua de la libertad, uno de los símbolos de Letonia. Fue construido durante la primera independencia del país, y curiosamente no fue derribado por los soviéticos, aunque prohibieron depositar flores a sus pies. Sobre una columna de 42 mts una mujer alza los brazos mientras sostiene tres estrellas que representan las tres regiones de Letonia.


Tras el parque Kronvalda está
Esplanāde, un parque diseñado por Georg Kuphaldt donde además de algunos museos esta la
Catedral ortodoxa, un templo de estilo bizantino de cinco cúpulas, construido entre 1876-1884. Riga tiene una "colección" de mas de 750 edificios de
art nouveau en diferentes zonas de la ciudad. Cerca de aquí, entre Alberta, Elizabetes y Strelnieku hay un buen número de edificios modernistas, muchos de ellos diseñados por Eisenstein, padre del famoso director de la película "El acorazado Potemkin".
Pocos restaurantes puedo recomendar en Riga, tan solo comí el primer día, y para cenar compraba verdura y fruta fresca en el mercado, que estaba a dos pasos del albergue, me preparaba algo sano en la cocina y lo comía en la agradable terraza del hostel.
Rest Lasite. En un callejón cerca del castillo. 24€. Ciervo rojo a la parrilla con enebro, servido con salsa de vino tinto y arándanos, cerveza Uzavas Gaisais de barril. Buen servicio y muy buena comida, pero algo alto de precio para mis estándares.
Seagulls Garret Hostel, 26€ por noche. Austera habitación doble, con ducha y baños compartidos. Todo muy limpio. Ubicación inmejorable, a dos minutos del centro y la estación de autobuses. Cocina comunitaria, wifi, acepta tarjetas. Desayuno incluido: tostadas con mantequilla y mermeladas varías. Servicio de café y té gratuito todo el día, así como el uso de la cocina.