Eslovenia es un país joven, producto de la desfragmentación de la antigua Yugoslavia, situado entre los Alpes, el Mediterráneo y la gran llanura de Europa Central, entre Venecia en Italia, Viena en Austria y Zagreb en Croacia. Es uno de esos pocos sitios donde puedes esquiar por la mañana y mojarte los pies en el mar por la tarde, incluso bañarte, pero el Adriático en invierno está muy frío. Además cualquier punto del país, ya sea una gran ciudad o un pueblo pequeño, está a pocos pasos de una zona verde. La mitad del país está cubierto de bosque, hay al menos cincuenta parques y casi el doble de reservas naturales. La variedad en un país tan pequeño es enorme: mar, montaña, campos, viñedos, bosques, lagos, cataratas, cuevas oscuras, luminosos paisajes nevados, pistas de esquí, ciudades medievales, centros de aguas termales...
Hay muchos motivos para escoger
Eslovenia, de hecho, debido a su reducido tamaño (ocupa una extensión veinticinco veces menor a España), es un destino ideal para una escapada corta. Es un destino
barato, la habitación doble con baño privado cuesta alrededor de 50€, comer a la carta entre 10€ y 15€, en restaurantes de autor unos 30€, y alquilar un coche durante 10 días unos 200€. Las
carreteras están en muy buen estado, hay numerosos tramos de autopista y autovía, y la única precaución a tener en cuenta es que en época invernal son obligatorias los neumáticos de invierno. Son neumáticos con una superficie estriada muy amplia, con gran adherencia, aunque no tienen clavos como en Islandia ya que aquí las condiciones climáticas no son tan exigentes, así que en puertos de montaña nevados puede ser necesario el uso de cadenas. La velocidad está limitada a 50km/h en áreas urbanas, 90 km/h fuera de áreas urbanas, 110 km/h en autovías y 130 km/h en autopistas. Todos los coches deben disponer de una viñeta de peaje pegada en el parabrisas delantero, con la que se realizan los pagos de forma automática. Las zonas de aparcamiento en las ciudades suelen ser de pago, en el centro de Ljubljana cuesta 0,70€/h un máximo de cuatro horas.
Desafortunadamente no hay
vuelos directos a Eslovenia desde Barcelona, hay que volar vía Fráncfort o algún otro
hub europeo. La estratégica ubicación del
aeropuerto de Ljubljana, pequeño pero con muchos servicios, facilita el aterrizaje en el centro del país, a treinta minutos en coche de sus principales atractivos turísticos. Las agencias de
coches de alquiler están frente a la terminal. A través de
Rentalcars alquilamos con
Alamo un Opel Astra con 30.000 km y cambio manual, que funcionaba de maravilla.