

Para ir en autobús desde Tirana a
Berat hay que dirigirse a la Estación Sur (40 lek desde el centro, unos 20 minutos). Salen cada 30 minutos desde las 06:00, cuestan 500 lek y se tarda 2h30. En Berat la estación queda a las afueras, se tarda al menos media hora en llegar al centro o cinco minutos en bus (30 lek). Hay una buena cafetería donde desayunar si hay que madrugar.

Berat es, como Gjirokastër, un ejemplo arquitectónico excepcional de típico pueblo balcánico de la época otomana. Durante el régimen comunista,
Berat fue conocida como
"la ciudad de mil ventanas", debido a los grandes ventanales que decoran muchas de sus casas antiguas, construidas sobre colinas en los márgenes del río Osum. Su casco antiguo se divide en tres partes:
Kalaja, en el interior de un castillo sobre una colina;
Mangalem, el barrio tradicionalmente musulmán, a los pies de la colina del castillo; y
Gorica, tradicionalmente cristiana, en el margen izquierdo del río, frente a Mangalem.


Las viviendas tradicionales de la zona, construidas durante los siglos XVIII y XIX, ofrecen un aspecto compacto en las colinas del casco antiguo, paredes blancas, tejados rojizos, y centenares de ventanas mirando al río. Además, su situación en el centro de Albania, ha facilitado durante siglos la coexistencia de diversas comunidades religiosas y culturales, como atestiguan la gran cantidad de iglesias y mezquitas que hay esparcidas por toda la ciudad.

Berat es una ciudad pequeña, que como mejor se visita es a pie, aunque sus empinadas calles de gastados y resbaladizos adoquines del casco antiguo la convierten en un auténtico rompe piernas. A pesar de todo, nada mejor que un largo paseo por los barrios de Mangalem y Gorica, calles estrechas de paredes blancas y majestuosas puertas, adoquines resbaladizos e irregulares, delgados árboles que se elevan sobre los muros de las casas, flores en las ventanas, y pequeñas plantas bajo ellas. La dura subida hasta el castillo al atardecer se ve recompensada con unas magníficas vistas del valle, la ciudad nueva y el barrio de Gorica al frente. Otra visita interesante es el
Museo Etnográfico (
acceso 400 lek), ubicado en una casa tradicional del siglo XVIII, donde se exhiben ropas, muebles y utensilios tradicionales.


La fortaleza de Berat, conocida como
Kalasa (
acceso 100 lek), se encuentra en el margen derecho del río Osum, sobre una colina desde donde domina la ciudad moderna y el antiguo barrio cristiano al otro lado del río. Fue construido durante el siglo XIII, aunque sus orígenes se remontan al siglo IV aC. A pesar de que poco queda de sus 20 iglesias bizantinas construidas durante el siglo XIII, y que solo queda en pie un minarete de las mezquitas levantadas durante la ocupación otomana que empezó en 1417, sigue siendo una magnífica visita. A diferencia del castillo de Gjirokastër, que es tan solo un museo, la Kalasa de Berat es un pequeño barrio más de la ciudad, lleno de vida. Gran parte de la muralla se conserva en muy buen estado, y en su interior de calles estrechas y casas otomanas, viven aún un centenar de personas. Su edificación más interesante es la catedral de San Nicolás, que ha sido restaurada, y ahora es el
Museo Onufri (
acceso 400 lek), que cuenta con obras iconográficas de Onufri, el más grande de los pintores albaneses del siglo XVI. Hay además un par de bares y restaurantes, ideales para cenar al atardecer, talleres de artesanos y alguna tienda de recuerdos.

Antigoni, situado en la zona de Gorica, junto a uno de los puentes que cruza el río, con unas vistas formidables de la ciudad. Gama media alta.
Fergese (hígado, huevos y queso al horno),
tave me patellxhan (cordero con berenjenas),
tarrator (sopa fría de yogurt y pepino) y dos cervezas, 2.000 lek.
Temi. En una de las callejuelas del interior del castillo, cocina tradicional con ambiente familiar y un gran servicio. La terraza, aunque pequeña y estrecha, es un plus. Musaka, sartén de
qifte, cerveza Korça, refresco de limón y
raki, 1.650 lek.
Berat Backpackers Hostel, 30€. Está situado en la zona de Gorica, ocupando una casa histórica y se trata del segundo albergue mas antiguo del país. Habitación doble con baño privado y una pequeña terraza con vistas al jardín interior. Desayuno incluido (burek varios, fruta, galletas, pan, queso, tomate, pepino). Dispone de varias zonas chill out y sala de lectura, así como un jardín muy agradable. La tranquilidad de la zona compensa el tener que cruzar el río.

Para llegar a la
estación de autobús, de la que parten la mayoría de los autobuses nacionales y furgonetas locales, toma el autobús blanco que para frente al Puente de Piedra en el lado de Mangalem. Pasan cada 15 minutos, cuestan 30 lek y tardan unos 15-20 minutos hasta la estación.
Horarios de los autobuses de larga distancia.