A sólo 90 minutos en autobús desde Sarandë, se encuentra
Gjirokastër, cuya ciudad vieja es un raro ejemplo de pueblo balcánico de influencia otomana muy bien conservado. Cuenta con una extensa red de empinadas calles empedradas, distribuidas sobre la ladera de una montaña, que conducen a un castillo del siglo XIII en su cima. Las casas del siglo XIX son levantadas por muros de piedra, que pueden llegar hasta las cinco plantas, y que culminan en un tejado cubierto de piedras planas distribuidas a modo de tejas. Las calles son tan empinadas que, en ocasiones, parte del tejado toca el suelo o los bajos de las casas adyacentes. Aquí nacieron el exdictador Enver Hoxha, que le otorgó el estatus de "ciudad museo", favoreciendo así la conservación de su arquitectura tradicional; y de Ismail Kadaré, el escritor albanés más notable, varias veces candidato al Premio Nobel y ganador del Premio Príncipe de Asturias en 2009, quien en su novela Crónica de Piedra, narra sus años de infancia durante la invasión italiana y alemana en esta ciudad.

Para ir a
Gjirokastër desde Ksamil, primero hay que tomar un autobús (150 lek, 15 minutos) a Sarandë. Un segundo autobús, siguiendo la ruta del Blue Eye, nos lleva a Gjirokaster (400 lek, 1h30) Una vez en Gjirokastër, desde la ciudad nueva suben autobuses y taxis (500 lek) hacia el bazar. Si queremos ahorrar y hacer un poco de ejercicio, nos espera un empinadísimo paseo de 30 minutos por calles adoquinadas.


El centro social y comercial de la ciudad vieja es el antiguo
bazar, cafeterías con minúsculas terrazas sobre las estrechas aceras, restaurantes, tiendas tradicionales, souvenirs, todo ello rodeado de fantásticas construcciones del siglo XVIII de origen otomano que datan del siglo XVIII. Algunas de estas casas, en diferentes estados de conservación y restauración, están abiertas al público. Las más espectaculares son las llamadas
kullë, casas tradicionales otomanas en forma de torre, que pertenecían a comerciantes adinerados o funcionarios de alto rango. Todas ellas siguen un diseño básico: una robusta planta inferior de piedra, coronada por una galería de madera de varias plantas, donde se encuentran las habitaciones principales de la familia. En algunas de ellas hay torres y aspilleras para ayudar a defender contra los ataques enemigos. Visitamos
Skendhali House (500 lek), ubicada en un minúsculo callejón, la hija del actual propietario ofrece una interesante visita guiada de unos quince minutos.
Zekate House (500 lek), ubicada en la parte alta de la ciudad, acceso por libre, sin guía.
El castillo de Gjirokastër (400 lek) ubicado sobre una colina 200 mts sobre el Drino Valley, con unas vistas espectaculares del valle y las montañas circundantes, es el segundo más grande de los Balcanes. Las primeras fortificaciones se remontan al siglo XIII, aunque entre finales del XIV y el siglo XIX, bajo la ocupación otomana, se realizan las mayores mejoras y ampliaciones. Alberga el Museo de Armamento (200 lek) que contiene una extensa colección de armas de época, fotografías y obras de arte, y un par de tekkes, mezquitas sufíes. Debajo del castillo se encuentra un búnker subterráneo construido durante la Guerra Fría.

Val-Mar Guesthouse, 30€. Habitación doble con baño y ducha compartidos, en el centro del bazar, a 30 mts del cruce central. Casa tradicional de madera, bien cuidada, limpia y con buen ambiente. No incluye desayuno. El
bazar, sobre todo la zona central, esta repleto de bares y restaurantes, uno junto a otro sin fin se alternan con las tiendas de souvenirs. La diferencia entre uno y otro aparenta ser el mobiliario de la terraza o las fotos de la carta, pero todos anuncian cocina tradicional y amplia variedad de cervezas y raki. Cualquier de ellos puede ser una buena opción.

Kafe Zgaras.
Qifqi (bolas de arroz fritas, típicas de Gjirokastra),
shapqat (torta de maíz frito rellena de espinacas) y cerveza, 1.650 lek.
Taverna Kuka. A 200 mts del bazar, lo suficiente para que sea un lugar tranquilo y menos concurrido. Bonita y agradable terraza a la sombra de hojas de parra. Comida tradicional, sabrosa y casera, amplia carta de vinos.
Patellxhan i mbushur (berenjenas rellenas),
lakror (empanada de carne),
oshaf (postre tradicional), 2,350 lek.
Blue Eye Spring (acceso 50 lek) es un fenómeno geológico natural, donde 18 manantiales ascienden desde las entrañas de la Tierra a una velocidad de 8 m/seg y una temperatura de 10º, creando una charca de unos 15 mts de diámetro, cuyo centro y extremos son de un profundo color azul, que se asemeja al iris de un ojo, de ahí su nombre. La charca está rodeada de pinos, abetos, avellanos, cerezos, y nogales, y aunque el baño está permitido, no hay cambiadores ni duchas. Hay un pequeño parking y un par de restaurantes caros. Si vas por libre lleva comida, es un lugar ideal para hacer un picnic y pasar un rato de relax.
Blue Eye e encuentra a mitad de camino entre Sarandë (22 km) y Gjirokastër (44 km). Para llegar hay que coger una furgoneta entre ambas ciudades pagando billete completo (400 lek), y pedirle al conductor que pare en el parking de la carretera, donde ocho años atrás había un polvoriento descampado. Además, ahora un cómodo paseo asfaltado lleva hasta la puerta de acceso. Para la vuelta hay que parar las furgonetas en la carretera, o hacer autostop.