Parece mentira como se complican las cosas a veces cuando viajas en transporte público, hoy hemos pasado el día viajando para recorrer los 200 km de carretera que separan Kalambaka (Grecia) de
Korçë (Albania). Para ello hemos usado dos compañías de autobuses:
KTEL Bus, para los traslados dentro de Grecia, y
Metro Europe, para el tramo Grecia-Albania. Con estos últimos contactamos a través de
Crazy Holidays. Primero hay que coger un autobús a Trikala (3,5€, 1h) y desde allí uno a Larisa (5€, 1h30). El próximo autobús sale de la estación de tren, a unos 15 minutos andando desde donde nos deja KTEL. Dejamos el equipaje en consigna, y aprovechamos las tres horas de espera para visitar un poco el centro y comer algo. El trayecto Larisa - Korçë en autobus cuesta 40€, y tarda unas 5h30, incluyendo 1h larga de cruce de fronteras.

Korçë es un pequeño y anodino pueblo, de casas bajas y calles adoquinas, cuya principal atracción es su antiguo bazar, que, aunque ha perdido su función original y está orientado al turismo, una cuidada restauración de 2015 permite contemplarlo en todo su esplendor. La ciudad esta considerada el centro artístico y cultural del país, aquí nacieron las pintoras Androniqi Zengo Antoniu y Sofia Zengo Papadhimitri, cuyo padre, Vangjel Zengo, fue un notable pintor de iconos. Es conocida también por sus canciones locales tradicionales llamadas "serenatas", y por ser la sede del carnaval más grande de Albania, que tiene lugar antes de la pascua ortodoxa. Son muy reconocidos sus museos, especialmente el de Arte Medieval y el Arqueológico, así como el
Teatro Andon Zako Çajupi, donde en febrero se celebra un importante festival de música albanesa. En verano se celebran dos festivales que parecen interesantes, uno dedicado al
lakror, un tipo de
byrek muy típico de la zona, y el Festival de la Cerveza, no en vano la cerveza Korça, la más popular del país, se fabrica aquí Hay dos centros de culto destacados, la majestuosa
Catedral Ortodoxa de la Resurrección de Cristo, construida en 1994 en la misma ubicación de la antigua catedral de San Jorge (s. XIX), destruida en 1968 por el régimen comunista; y
Iljaz Bej Mirahorit, una sencilla mezquita de piedra y ladrillos construida en 1.496. Al final de un bonito boulevard peatonal que nace frente a las puertas de la catedral están el
Teatro Andon Zako Çajupi, y el edificio más bizarro de la ciudad, la
Torre Roja, una plataforma de 33 metros de altura desde la que hay estupendas vistas de la ciudad y las montañas que la rodean.


El punto mas animado de la ciudad es el
bazar, organizado alrededor de una bonita plaza rodeada de bajas casas de piedra, de la que salen media docena de calles adoquinadas. En la época otomana los artesanos agrupados por gremios atraían comerciantes de todo el imperio. En la actualidad se suceden las terrazas de bares y restaurantes, y las tiendas de souvenirs.
Pazari, 31€. Céntrico, a dos minutos del bazar y con vistas a la mezquita. Habitación doble con baño privado y desayuno incluido. Dispone de restaurante, servicio de alquiler de coches y traslados al aeropuerto.