Una mañana entera y cuatro vehículos diferentes, es todo lo que necesitas para desplazarte en transporte público desde Pogradec hasta Shkoder. El día empieza con el bus de Pogradec a Tirana (600 lek), al llegar hay que buscar un bus al centro de Tirana (40 lek), donde hay que coger otro (40 lek) que nos lleve a la nueva estación de largo recorrido, como vienes del sur y sigues dirección norte, son estaciones diferentes en diferentes puntos de la ciudad, y a nadie se le ha ocurrido todavía hacer un autobús lanzadera entre ambas. Por último, bus de Tirana a Shkoder (400 lek).
Shkoder es el centro de un área habitada desde el paleolítico y el centro cultural de los ilirios en Albania. En el 230 AC se acuña la primera moneda de la ciudad, y en el 181 AC y durante 13 años, se convierte en la capital del imperio ilirio gobernado por el rey Gent. A partir del 168 AC la ciudad pasa a formar parte del imperio romano, después vinieron los venecianos, los bizantinos, los turcos y los serbios, y cada uno de ellos ha dejado su legado en calles, palacios, iglesias y mezquitas.
El autobús nos deja junto a la espectacular Mezquita Ebu Bekr, construida a mediados de 1990, en el sitio que ocupaba la antigua mezquita Fushë Çela, destruida por el régimen comunista del dictador Enver Hoxha. Financiada con dinero saudí, sus dos minaretes alcanzan los 40 mts de altura y en su interior es capaz de albergar hasta 1.300 fieles. Cerca de ella se encuentra la Catedral Ortodoxa de la Natividad, pintada en tonos pastel y con varias cúpulas de teja, sorprende el campanario separado del edificio principal. Este templo también de construcción reciente, edificio religioso que veía Hoxha, edificio que iba a al suelo. Solo se salvó la Catedral Católica de San Esteban, que fue utilizada como polideportivo durante la dictadura comunista, y reinaugurada como catedral con la presencia de la Madre Teresa de Calcuta.
Seguimos por la
calle Kole Idromeno, el eje del centro histórico de la ciudad, una sucesión de terrazas de bares, restaurantes, cafeterías y pastelerías, junto a tiendas de recuerdos y hoteles, ubicados en bellos edificios históricos. En las calles adyacentes abundan las casas de fachadas coloreadas, con ventanas y puertas de madera, y bonitos patios en su interior. Probablemente el barrio viejo mas bonito de Albania.
Otro atractivo de la ciudad es el Castillo de Ruzafa (acceso 400 lek), situado sobre una pequeña colina, a unos 4 km del centro de la ciudad. Traslado en bus o furgoneta 4o lek. Se trata de una fortaleza iliria tomada por los romanos en 167 a.C., aunque la mayoría de las edificaciones que quedan son venecianas de siglo XIII. Desde ella hay una espectacular vista de la ciudad, el lago Skadar, los ríos Drin y Buna, y los Alpes albaneses de fondo. A los pies de la colina, se encuentra la Mezquita de Plomo, un curioso templo del siglo XVIII que perdió su minarete durante los años 60 derribado por un rayo, que tenía antaño sus 19 cúpulas cubiertas de plomo, de ahí el nombre. No pudimos visitarla por encontrarse en restauración.

Aunque Shkoder es considerada la puerta de entrada a los Alpes Albaneses, con sus magníficos paisajes y rutas de senderismo de montaña, los alrededores de la ciudad son prácticamente planos, son un lugar ideal para una ruta relajada en bicicleta, alquiler 5€ diarios. Aunque están en direcciones opuestas, visitamos el Puente de Mes, un bonito puente otomano de piedra construido en el siglo XVIII por un pasha local llamado Kara Mahmud Bushati, tiene varios arcos y mas de 100 mts de longitud sobre el río Kir, que baja completamente seco; y Shirokë, la población mas cercana a la frontera con Montenegro, a orillas del lago Shkodra. Hay varias playas naturales de guijarros, incomodas para tender la toalla, pero ideales para darse un refrescante baño. En el pueblo un montón de terrazas con vistas desde donde disfrutar de un bonito atardecer.

Aunque es cierto que ambos puntos están en extremos opuestos, el camino es prácticamente plano en su totalidad, solo en Shirokë hay una pequeña colina al final del pueblo. En el camino de vuelta desde el Puente de Mes, no hace falta entrar de nuevo en la ciudad, ya que hay una ronda de circunvalacion con carril bici que rodea Shkoder. En la carretera SH24, la que lleva a Montenegro siguiendo la orilla del lago Shkodra, el tráfico es prácticamente inexistente, pues por dicha vía solo se puede llegar a la población de Shirokë o al cruce de fronteras.


En la calle G'juhadol, convenientemente ubicados en el centro del barrio viejo, estuvimos en dos hoteles.
Loredano, 40€, dispone de restaurante, jardín interior y terraza. Cómoda y elegante habitación doble de madera, con baño privado, y un excelente desayuno incluido.
Promenade, 45€, hotel moderno ubicado en una antigua casa veneciana de dos plantas, habitación doble con baño privado, mucha luz, desayuno incluido.

San Francisco, uno de los locales mas llamativos de Kole Idromeno. Ensalada shkoda, cordero con iogurt (decepcionante, parece besamel espesa y quemada, la carne se adivina), dos copas de vino,
trilecce (buenísimo), 2.570 lek.
Unik,
situado no lejos del Castillo de Rozafa, a orillas del río, dispone de un amplio y tranquilo jardín. Carta solo en albanés, no hablan inglés. Linguine con pescado fresco, anguila y dos cervezas, 2.600 lek,
Taverna Shkodrane, pequeña joya ubicada en Shirokë, dispone de una bonita terraza a orillas del lago Shkoder. Cacerola de carpa al estilo tradicional, anguila a la brasa, ensalada mixta, agua, tarta de naranja, raki, 2.850 lek.