
Desayuno variado en
Zein-o-Din Caravanserai: queso, mantequilla, mermelada, huevo duro, sandía, tostadas, té, café... Para llegar a
Yazd desde aquí no hay transporte público, la única opción es hacer dedo en la carretera, y aun estando seguros de que tendríamos éxito, y de que no hay ningún peligro, preferimos el taxi que nos ofrece el hotel (600.000 IRR, 12€, 45 min.)

Hemos reservado en
Silk Road Hotel. La ubicación es inmejorable, a tan solo unos segundos de Masjed-e Jameh y dentro del barrio antiguo. Como está lleno nos llevan al
Orient Hotel (del mismo grupo, igual que Oasis Hotel) a menos de 100 mts de allí. Es una enorme casa tradicional de dos plantas, que rodea un gran patio con fuentes, donde tienen el restaurante Marco Polo. Tenemos una habitación triple (1.400.000 IRR, 35€), limpia, con mantas ¿?, aire acondicionado individual, ducha y lavabo con taza.
Junto a nuestro hotel esta uno de los templos musulmanes mas Mezquita Masjed-e Jameh, mezquita del siglo XII construida durante la dinastía Al-e Bouyeh, aunque fue restaurada entre 1324 y 1365. La fachada está completamente decorada con azulejos azules, y flanqueada por los dos minaretes más altos de Irán. En el patio porticado hay un único iwan, tras el cual hay una bellísima sala de oración que alberga un mihrab de terracota de 1365.
El Mausoleo de Bogheh-ye Sayyed Roknaddin, construido en el siglo 13, tiene una enorme cúpula azul fácil de reconocer desde cualquier punto elevado de Yazd. Su interior está en restauración, así que el alto andamio apenas nos deja adivinar los frescos de la bóveda. La tumba se encuentra nada más cruzar la puerta, envuelta en una enorme urna de cristal, recubierta de barras doradas, donde por algunos huecos los fieles introducen billetes.

Por toda la ciudad se ven
naghis, grandes estructuras de madera con forma de lágrima, que son transportadas a hombros en procesión durante el día de la
Ashura, para conmemorar el martirio del Imám Hussein. Otro elemento típico del paisaje de la ciudad son los
badgir o torres de viento. Se trata de un ingenioso sistema de ventilación natural. Una alta torre de adobe sobre la casa, o cisterna de agua, capta el viento que desciende hacia el interior. El agua que hay en los muros absorbe el calor del aire (al evaporarse), enfriándolo y siendo distribuido por todos los espacios de la construcción.

Seguimos adentrándonos en el barrio antiguo. Llegamos a una plaza donde se encuentra
Alexander Prison, una antigua escuela del siglo XV con una gran bóveda; y la
Tumba de los 12 imanes (en restauración), en cuyo interior hay inscripciones con nombres de los 12 imanes del chiismo, aunque ninguno de ellos está enterrado allí. A pocos metro esta
Khan-e Lari, un histórica casa tradicional. Nos encontramos con una familia, cuyo hijo de 17 años estudia en el Instituto Cervantes de Teherán. Practicando español con él se nos da la hora de comer, y no visitamos ninguno de los tres sitios.
Comemos en
Aboolmaal, (490.000 IRR, 12€), un bonito restaurante con fuentes en el salón, que parece ubicado en unos antiguos baños. Cocina tradicional.
Fesanjun, bakhtiyari kebab y una
Hey Day con limón.

Cogemos un taxi (50.000 IRR, 1,25€) hasta
Atashkadeh (
50.000 IRR, 1,25€), un importante templo zoroástrico que alberga un
Atash Bahram, el grado más alto de purificación que puede alcanzar una llama en esta religión. El fuego proviene de la combinación 16 tipos de llamas diferentes, que requieren 32 sacerdotes para la ceremonia de consagración, que puede tardar hasta un año en completarse. Tan solo existen nueve en el mundo. El edificio está rodeado de un hermoso jardín, y en el patio frente a él, una gran piscina redonda donde queda reflejado. En su interior, tras una vitrina, se encuentra la llama, que según la tradición lleva ardiendo de manera ininterrumpida desde el año 470, lo que atrae a peregrinos de todo el mundo. Por lo visto en Chack Chack y ahora aquí, son templos sobrios, carentes de la grandeza de otras religiones como la cristiana, musulmana o budista, pero ello no les resta ni un ápice de aura mística y espiritual. Una visita muy interesante.
Le pedimos a un taxista (50.000 IRR, 1,25€) que nos lleve a Shehbadgiri. Sabemos que está cerca, pero no exactamente donde. Tras hacernos entender, y preguntar unas cuantas veces, llegamos a una plaza, donde escondido tras unos muros, se encuentra este magnífico conjunto de seis badgirs (torres de viento) que rodean la cúpula de una cisterna. Es raro ver tantos juntos, generalmente no hay más de cuatro. Por desgracia el acceso está cerrado, hay que contentarse con verlo desde fuera.
El taxista nos deja finalmente en la
Plaza de Amir Chaqmaq. En el centro hay un pequeño estanque rodeado de hierba, así como un fantástico
naghi de madera de 8,5 mts de altura. Tras él está el imponente
Amir chaqmaq Complex, una colosal fachada de tres plantas con dos altos minaretes, decorada con azulejos típicos persas. Bajo ella hay un pequeño bazar sin mucho interés. En los alrededores hay una mezquita (que está cerrada), una cisterna, un montón de tiendas de dulces, y de menage de cocina, y el interesante
Water museum (
150.000 IRR, 3,75€) donde se explica de forma detallada y muy ilustrativa el sistema de distribución de agua mediante
qanats. Se exponen instrumentos y fotografías relacionados con la búsqueda y extracción del agua, un sencillo reloj de agua, y puede visitarse parte de un
qanat en el sótano. Un señor muy amable, que parece el encargado del museo, nos da explica y ayuda a entender muchas de las piezas expuestas, sin hacerse pesado ni ser intrusivo.
Taxi (50.000 IRR, 1,25€) hasta
Bagh-e Dolat Abad (
50.000 IRR, 1,25€), unos jardines construidos en 1.747 como residencia de verano por el gobernador Karim Khan Zand. Había un espacio privado para la familia y otro recinto para recibir a los invitados. Hay un pequeño pabellón de verano, con fantásticas vidrieras de colores que crean unos bonitos reflejos, sobre el que se levanta el
bagdir (torre de viento) más alta de Irán. También hay un pabellón de invierno, que está orientado hacia el sur en busca de calor. Hay una bonita cafetería con terraza alfombrada, donde tomamos unos helados.
Taxi hasta el hotel (80.000 IRR, 2€).
Marco Polo (200.000 IRR, 5€)
.Tas kebab e shortor (estofado de camello con patatas),
Kashk e badenjan (berenjenas, kashk mint y cebolla),
shuli (sopa tradicional de Yazd con remolacha y espinacas).