ARGENTINA - CHILE

Argentina no es un paraíso gastronómico. Ni dispone de una oferta variada, ni mucho menos sofisticada, pero eso no quiere decir que se coma mal. Su dieta se basa en la ternera y el cordero, la comida italiana, y en menor medida la española, poco pescado en la costa, algo de marisco en el sur, y algunas reminiscencias criollas que apenas vimos por las zonas que visitamos.

Lo primero que aparece en la mesa, tras haber encargado la comida, es un entrante de bienvenida ofrecido gratuitamente por la casa que suele ser algún tipo de salsa o crema para untar en pan. Hay algunas mas elaboradas como las berenjenas en escabeche del restaurante La Vitrina en Puerto Iguazú. En Chile siempre fue pebre, un entrante de tacos de tomate, cilantro y cebolla.

Carnes. Si te gusta la ternera, aquí está la mejor del mundo, la podrás comer a todas horas, en la mayoría de restaurantes ocupa la mitad de la carta. La carne es siempre a la parrilla, acompañada si se quiere de chimichurri (una salsa a base de ajo, perejil y vinagre) o una ración de verduras asadas. En el centro y sur no hay que perderse el asado de cordero patagónico.

No faltan ensaladas en las cartas, pero casi todas ellas giran alrededor de una base de tomate, lechuga y cebolla.

Menos alguna caldereta / cazuela en Puerto Madryn el resto fueron pescados a la plancha, a compañados a veces de alguna salsa. Las rabas, deliciosas siempre que las pedimos, se parecen a nuestros calamares a la andaluza. En Tierra de Fuego es muy apreciada la centolla, un crustáceo que vive en estas frías aguas, y de cuya carne dicen que tiene un sabor exquisito.

Otros platos típicos son la picada, una tabla de quesos y embutidos; los sandwiches, pan de molde blanco relleno de diversas variedad frías, se venden a peso o por medias docenas; los helados de calafate o dulce de leche son los mas buenos, aunque el postre helado típico de los restaurantes es la cassata, barra de helado de vainilla, nata y dulce de leche.

La cerveza mas extendida del país es Quilmes, aunque hay variedades regionales muchas de ellas artesanales. Es habitual la botella de 750 cl. Aunque vimos vino de tanto en tanto, decidimos reservarnos para cuando visitemos la provincia de Mendoza.