
El bus no sale hasta las 09h30, así que desayunamos con calma y estamos un buen rato con el cocinero, que nos narra las diferentes desgracias que le forzaron a huir de Venezuela en busca de un futuro mejor, y la vida que ha encontrado en Perú.
Contratamos el
bus turístico a Puno, 60$, una furgoneta de 20 plazas que nos lleva hasta Chivay, desde donde sale el autobús a Puno, haciendo algunas paradas turísticas en el camino. El precio del billete son 10$ hasta Chivay, y 50$ que cobra 4M hasta Puno. La primera parada es el
Mirador de Antahuilque, desde donde hay unas vistas espectaculares del valle y las terrazas pre incas. Pagando una pequeña voluntad al dueño de los animales, nos hacemos fotos con unas alpacas, una blanca y otra marrón, y de forma gratuita, una señora nos da a probar sancayo, un fruto de los cactus parecido por dentro al kiwi, pero que tiene un sabor entre agrio y acido.

Seguimos 15 o 20 minutos hasta
Maca, pueblo turístico con una gran Plaza de Armas rodeada de tenderetes y una iglesia bastante interesante. La última parada debía haber sido en los Baños Termales de la Calera (15 soles acceso), unos diez minutos antes de llegar a Chivay, pero pasamos de largo, pues nadie quería bañarse. Una vez en
Chivay, dejamos las maletas en las oficinas de 4M Perubus. El grupo se va a comer al restaurante Raíces, donde solo hay turistas que pagan precio turista por un menú buffet libre, por suerte es opcional. Nosotros comemos sentados en un banco de madera en la Plaza de Armas la fruta que compramos ayer en Cabanaconde. Es una plaza amplia, con los jardines muy cuidados, altos árboles y asientos a la sombra con bonitas vistas de la iglesia colonial y las montañas nevadas tras ella. Junto a la plaza está el mercado municipal, donde se venden de todo, ropa, artesanía y comida, la sección más interesante. En los puestos ambulantes que rodean el mercado compramos una selección de comida local para el camino: papa rellena, papa dulce, picarones, humita.

4M Express cobra por el
billete 50$, el doble de lo habitual por un trayecto de esta distancia, porque es la única opción para ir directos a Puno desde el Cañón del Colca. Si quieres más oferta de precios debes ir a Arequipa, lo que supone 5 o 6 horas más de viaje. Es un bus moderno y cómodo, hay servicios higiénicos, lleva dos conductores y una azafata para un trayecto de seis horas. La mayoría del camino transcurre por un altiplano situado entre 3800 y 5000 metros. La primera parada es en
Patapampa a 4910 mts de altitud, el punto más alto entre Chivay y Puno. Desde esta altura puede apreciarse un paisaje de cumbres nevadas y volcanes tales como el Misti 5825 mts, Chachani 6075 mts, Ampato 6288 mts, Sabancayo 5976 mts y Chucura 5360 mts.

Aquí se nota la altura, todo el mundo habla más bajo y te cansas antes sin apenas haber hecho nada. Continuando con el recorrido pasamos sobre el volcán Chucura, desde donde también se puede contemplar una serie de volcanes enanos recubiertos de pasto. Llegamos a
Pampa Cañahuas, una reserva natural destinada a la protección de las vicuñas, las cuales debido a su fina y suave lana han sido cazadas casi hasta su extinción. Aquí tomamos un sándwich y una infusión de coca, incluidos en el precio. Aquí vemos vicuñas en estado salvaje en los márgenes de la carretera, en ocasiones en grupos de hasta 50 ejemplares. La última parada es en la
laguna de Lagunillas a unos 4174 mts de altura, donde pueden contemplarse gran cantidad de flamencos, además de otras aves locales como chocas y ajoyas. Llegamos a Puno a las 19h30.